Estas son las pensiones que cobrarán hasta 350 euros más en 2025
Los beneficiados de las pensiones no contributivas verán un aumento en sus ingresos a partir del 1 de enero de 2025.
Será a partir del 1 de enero de 2025 cuando los pensionistas que perciban pensiones no contributivas en España vean un aumento en sus ingresos de hasta 350 euros. Este incremento es parte de una reforma prevista en 2023, que busca mejorar las condiciones de los jubilados más vulnerables. Mejorar la situación de aquellos que no han cotizado el mínimo de 15 años durante su vida laboral.
Las pensiones no contributivas se revalorizaban este año, tanto las de jubilación como las de invalidez , se han incrementado hasta 7.250,60 euros anuales. Este tipo de prestaciones económicas son reconocidas a aquellos ciudadanos que carecen de medios suficientes para subsistir. Incluyendo a aquellos que no han cotizado la Seguridad Social o que no pueden solicitar la pensiones contributivas al no haber cotizado el tiempo suficiente.
Revalorización anual hasta 2027
El Gobierno ha establecido un plan para incrementar las pensiones no contributivas gradualmente cada año hasta alcanzar el objetivo en 2027. En 2025, se espera que la pensión no contributiva aumente hasta 542,85 euros mensuales, lo que equivale a 7.599,9 euros anuales, frente a los 7.250,6 euros actuales. Esta cantidad seguirá creciendo en 2026 y 2027, con una previsión de 564,28 euros al mes en 2026 y 592 euros mensuales en 2027.
Un ingreso vital para los jubilados sin recursos
Las pensiones no contributivas están diseñadas para proporcionar un ingreso mínimo a las personas que no han podido cotizar lo suficiente para obtener una pensión contributiva. Estas pensiones están dirigidas principalmente a personas mayores de 65 años que no tienen ingresos superiores a 7.250,6 euros anuales si viven solas. Los límites de ingresos aumentan si el jubilado vive con su cónyuge o familiares.
Por ejemplo, una persona que conviva con su cónyuge o un familiar cercano (hermanos) puede cobrar esta pensión si los ingresos combinados de la unidad familiar no superan los 12.326,02 euros con dos convivientes, 17.401,44 euros con tres convivientes, o 22.476,86 euros con cuatro o más convivientes.
Si los convivientes son familiares más cercanos, como padres o hijos, los límites de ingresos son aún más elevados, alcanzando hasta 30.815,05 euros con dos convivientes y hasta 56.192,15 euros con cuatro convivientes o más.
Condiciones para recibir la pensión no contributiva por jubilación
Para ser beneficiario de la pensión no contributiva de jubilación, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
- Tener 65 años o más.
- No tener derecho a una pensión de jubilación contributiva.
- Disponer de ingresos insuficientes.
- Estar residiendo legalmente en España tanto en el momento de la solicitud como en los dos años previos.
- Haber residido en España durante al menos 10 años desde los 16 años hasta la fecha de la solicitud.
Esta pensión es incompatible con otras prestaciones como la pensión no contributiva de invalidez, pensiones asistenciales, subsidios de garantía de ingresos mínimos o por ayuda de tercera persona, así como con la asignación familiar por hijo a cargo mayor de 18 años con una discapacidad igual o superior al 65%.
¿La pensión no contributiva es permanente?
La pensión no contributiva tiene carácter vitalicio, siempre que se sigan cumpliendo los requisitos. Se abona hasta el fallecimiento del beneficiario, aunque está sujeta a revisiones periódicas por parte de la Administración. Estas revisiones pueden alterar el grado de invalidez o los recursos económicos del beneficiario, lo que podría llevar a que la pensión se mantenga, se modifique o se extinga.
Otras ayudas disponibles
Además de las pensiones no contributivas, el sistema de bienestar español ofrece otras ayudas para quienes no cumplen con los requisitos de edad. Por ejemplo, los desempleados mayores de 52 años pueden acceder a un subsidio especial. Esto garantiza que las personas mayores con menos recursos tengan acceso a una red de apoyo financiero en su jubilación.
Este aumento en las pensiones no contributivas es un paso importante para reducir la pobreza entre los mayores, asegurando que quienes no han podido cotizar lo suficiente durante su vida laboral tengan un ingreso más digno.