La historia de Doña Manolita: ¿Cómo se hizo tan famosa por la Lotería Nacional?

Doña Manolita es una de las administraciones de loterías más famosas de toda la geografía española. Cada año, por estas fechas, se agolpan decenas de personas en las inmediaciones del establecimiento para hacerse con uno de sus boletos, que con el paso de los años y la caída de varios premios, se han convertido en un sinónimo de buena suerte.

Con el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad a la vuelta de la esquina, ya que se celebrará el próximo 22 de diciembre, no son pocos los que se aventuran a dirigirse al establecimiento para comprar un décimo, a pesar de que suponga pasar horas bajo el frío esperando en las largas colas que se conforman en las calles aledañas.

Más de cien años de historia de Doña Manolita

La administración de lotería de Doña Manolita cuenta con más de cien años de andadura. «La historia de la Lotería Doña Manolita es una crónica rica en tradición, pasión y fortuna», destaca en una explicación en su página web el establecimiento emplazado en el corazón de la ciudad de Madrid para después añadir: «Ha sido testigo de innumerables sueños cumplidos y esperanzas renovadas a lo largo de los años».

Manolita, la mujer que da nombre a la emblemática administración de lotería, nació en 1879 en el castizo barrio de Chamberí. Hija de un maestro de obras, desde joven tenía un marcado carácter emprendedor, que le llevó a poner en marcha su primer negocio, un estanco en la Calle Hortaleza de la capital madrileña.

Sin embargo, no fue hasta 1904, cuando abrió su primer establecimiento para vender décimos de lotería. Con 25 años de edad, Doña Manolita puso en marcha la Administración nº 67, en la Calle de San Bernardo, que acabaría conociéndose con el paso de los años con el sobrenombre de ‘El Templo de la diosa Fortuna’.

En busca de la fortuna con la Lotería Nacional

Los primeros clientes, aprovechando su proximidad, fueron estudiantes de la Universidad Central de Madrid, que se desplazaban hasta el establecimiento atraídos por la belleza y el carisma de Doña Manolita. Sin embargo, en los inicios del negocio la suerte se le resistía a la lotera y a sus clientes.

Preocupada por encontrar una solución, emprendió un viaje a Zaragoza para visitar a la Virgen del Pilar y bendecir varios décimos que llevaba desde Madrid por el manto carmesí de la Virgen. Claramente, fue un punto de inflexión en la historia del establecimiento y su propietaria, ya que los boletos fueron premiados en el sorteo de Navidad.

Décadas más tarde, en 1931, Manolita se llevó a la emblemática Gran Vía su local, que en 1937 sufrió serios daños por el bombardeo de Madrid durante la Guerra Civil. A pesar de que los obuses destrozaron el escaparate del establecimiento y que aquel año perdió prácticamente toda su clientela, continuó atendiendo a su público.

Un icono madrileño

Más allá del traslado en 2011 al actual local en la Calle del Carmen, donde se encuentra su actual local, el 2019 fue un año importante para histórica administración de lotería, al hacer historia repartiendo en El Gordo, el segundo, el tercer, dos cuartos y tres quintos premios del Sorteo Extraordinario de Navidad.

La histórica trayectoria de la lotera, iniciada en una época en que las mujeres estaban prácticamente relegadas a un segundo plano social, la ha llevado a convertirse en un símbolo de la ciudad en la cultura popular, llegando a ser mencionada en obras literarias y canciones de célebres intérpretes españoles como Joaquín Sabina o Concha Piquer.

A lo largo de sus más de cien años de vida, Doña Manolita no solo ha repartido premios sino que también se ha convertido en un punto de encuentro al que hoy en día aún se desplazan personas de toda la geografía española en busca de un décimo afortunado que les permitan hacer realidad sus sueños.