La DGT explica cómo cambiar la titularidad de un vehículo
Todo lo que necesitas saber para cambiar la titularidad de un vehículo de forma segura y sin complicaciones siguiendo la normativa de la DGT
El proceso de cambio de titularidad de un vehículo es un paso esencial para garantizar que una compraventa entre particulares se realiza con todas las garantías legales. Aunque puede parecer un trámite tedioso, seguir los pasos correctos evita problemas futuros, como sanciones o restricciones. Desde la Dirección General de Tráfico (DGT), se ofrecen herramientas y guías para facilitar este procedimiento a los compradores y vendedores.
Este trámite no solo formaliza la transacción, sino que también asegura que el vehículo esté libre de cargas o embargos y que la documentación esté al día. A continuación, explicamos los puntos clave y las recomendaciones más importantes para que este proceso sea rápido, seguro y efectivo.
Obligaciones del comprador y del vendedor según la DGT
El cambio de titularidad es un compromiso tanto para el comprador como para el vendedor. Tras la firma del contrato de compraventa, el comprador tiene un plazo máximo de 30 días para formalizar el trámite en la DGT. Este proceso culmina con la emisión de un nuevo Permiso de Circulación, válido únicamente si el vehículo tiene la ITV vigente.
Por su parte, el vendedor debe notificar la operación a la DGT de inmediato. Este paso lo libera de posibles sanciones vinculadas al vehículo mientras el cambio de titularidad no se ha completado.
Documentación necesaria para el trámite
Antes de realizar la transferencia, es crucial preparar toda la documentación. Entre los elementos obligatorios se incluyen:
- El contrato de compraventa firmado en todas sus páginas.
- Fotocopias de los documentos de identidad de ambas partes.
- El justificante del pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), mediante los modelos 620 o 621, dependiendo de la Comunidad Autónoma.
En caso de gestionar el trámite de manera presencial, también es necesario rellenar un formulario oficial de solicitud disponible en las oficinas de la DGT.
Requisitos del vehículo: ¿Es transferible?
No todos los vehículos pueden ser transferidos inmediatamente. Para que la operación sea posible, el vehículo debe estar en situación de alta administrativa y libre de cualquier carga. Esto incluye:
- No tener sanciones impagadas.
- Contar con el Impuesto de Circulación abonado.
- Estar libre de embargos o precintos.
En caso de dudas, la DGT ofrece un informe reducido del vehículo, que indica con señales de colores (verde, naranja o roja) si es transferible o si existen restricciones.
Opciones para realizar el trámite
El cambio de titularidad de un vehículo se puede gestionar de dos maneras principales: de forma online o presencialmente en las oficinas de la DGT.
- Online: Usando el asistente virtual, que guía paso a paso al usuario a través del proceso. Necesitarás un certificado digital, DNI electrónico o credenciales Cl@ve, además de todos los documentos escaneados.
- Presencial: Es imprescindible solicitar una cita previa llamando al 060 o accediendo al sistema online. Deberás llevar la documentación requerida en formato físico.
En ambos casos, el comprador puede designar un representante para realizar el trámite, siempre que aporte una autorización firmada. Por otro lado, el coste del trámite de transferencia ordinaria asciende a 55,70 €, correspondientes a la tasa 1.5 de la DGT.
Supuestos especiales: Reservas de dominio y embargos
Algunos casos requieren atención específica:
- Reservas de dominio: Si el vehículo fue adquirido a plazos y la deuda aún no está liquidada, no se podrá transferir hasta que se obtenga la carta de cancelación de la financiera.
- Embargos y precintos: Aunque es posible transferir vehículos embargados, el contrato debe reflejar explícitamente esta situación, y el comprador debe firmar un documento de conformidad.
Es importante tener en cuenta que un vehículo con precinto no puede circular hasta que se levante la restricción.
¿Y si prefiero delegar el trámite?
Otra opción es recurrir a una gestoría especializada. Estas entidades se encargan de todo el proceso, desde la redacción del contrato hasta la presentación de documentos ante la DGT. Aunque tienen un coste adicional, ahorran tiempo y simplifican la burocracia, algo especialmente útil en casos más complejos.
El cambio de titularidad de un vehículo es mucho más que un simple trámite, pues garantiza la seguridad jurídica de ambas partes y evita conflictos futuros. Siguiendo las pautas de la DGT, el proceso puede realizarse de forma sencilla y eficiente, ya sea online o presencialmente.