Esto es lo que dice la DGT sobre los avisos en redes de los controles en carretera
Los grupos de aviso de controles se profesionalizan cada vez más y pueden suponer una amenaza para la seguridad.
Los grupos de aviso sobre la ubicación de controles de tráfico a través de redes sociales como WhatsApp y Telegram está poniendo en peligro la seguridad vial. Inicialmente creados para compartir información útil sobre el tráfico, accidentes y condiciones meteorológicas, han evolucionado para incluir alertas sobre los controles de la Guardia Civil y los radares de velocidad. Esta práctica facilita la evasión de las patrullas y aumenta el riesgo de accidentes, especialmente aquellos relacionados con conductores ebrios o bajo el efecto de drogas.
El fenómeno de los grupos de avisos se comenzó a desarrollar en profundidad a partir de 2020. Estos grupos alertaban de los radares cuando las restricciones de movilidad durante la pandemia se endureció. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, los usuarios comenzaron a compartir también la ubicación de los controles de tráfico, lo que ha generado una reacción negativa por parte de las fuerzas de seguridad.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) ha alertado sobre el impacto de esta práctica. Según el teniente coronel Antonio Hidalgo Romero, responsable de la ATGC en Galicia, «estos grupos están afectando gravemente la labor de los agentes, que ahora son controlados por los conductores informados, en lugar de ser ellos quienes gestionen el control en las carreteras». «En Galicia, especialmente, tenemos una red de carreteras compleja y dispersa, lo que facilita que los conductores eviten los controles si saben de antemano dónde están», explica Hidalgo.
Los grupos, que pueden tener miles de miembros, son muy efectivos en la difusión de información sobre la ubicación de patrullas, radares y controles de alcoholemia, permitiendo que muchos conductores eviten ser detenidos. En muchos casos, los miembros de estos grupos organizan alertas en diferentes zonas, dividiendo los grupos en subgrupos para cubrir toda la región, lo que dificulta aún más el trabajo de las autoridades.
El problema se agrava en un contexto en el que el uso de alcohol y drogas al volante sigue siendo una de las principales causas de los accidentes mortales en las carreteras españolas. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en la semana del 19 al 25 de agosto de 2023, se controlaron a casi 226.000 conductores, de los cuales 3.801 dieron positivo en alcohol y/o drogas. Además, el 53% de los conductores fallecidos en 2023 que fueron sometidos a autopsia dieron positivo en sustancias como alcohol, cocaína, cannabis y psicofármacos.
A nivel operativo, la Guardia Civil ha tenido que adaptarse a esta nueva realidad. En lugar de realizar controles prolongados en puntos fijos, ahora emplea:
- controles exprés, que duran solo 15 minutos
- controles dinámicos, en los que las patrullas paran vehículos aleatoriamente.
Estas medidas buscan contrarrestar el aviso previo de los grupos de redes sociales y sorprender a los infractores..
Una nueva modificación legal
Desde el ámbito legislativo, ya se han tomado algunas medidas, como la modificación del artículo 36.23 de la Ley de Seguridad Ciudadana, que prohíbe el uso no autorizado de imágenes de los agentes. Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes para frenar la difusión de información sobre los controles.
Actualmente, la DGT está trabajando en una nueva modificación legal que tipifique como ilícito el compartir información sobre la ubicación de los controles de tráfico, considerando que este tipo de conductas pone en peligro la vida y la integridad física de las personas.
Este fenómeno plantea un dilema entre el derecho a la libertad de información y el derecho a la seguridad vial. Para muchos, el uso de estos grupos de WhatsApp y Telegram pone en riesgo la vida de los conductores y los peatones, mientras que las autoridades luchan por frenar un comportamiento que ha demostrado ser una de las causas más preocupantes de la siniestralidad vial en España.