La DGT se endurece: así van a ser los exámenes de conducir en 2025
La DGT será más estricta en uno de los procesos de la obtención o renovación del permiso de conducir
Un importante cambio se avecina para todos los conductores, tanto para los que obtendrán su carné de conducir por primera vez como aquellos que deben renovarlo. La Dirección General de Tráfico (DGT) busca reforzar su principal objetivo: garantizar la seguridad en las carreteras.
Este propósito va más allá de imponer sanciones o supervisar la circulación, ya que implica desarrollar un completo proyecto de seguridad vial.
Para cumplir con esta misión, la DGT no sólo regula la señalización y supervisa el estado de las carreteras, sino que también controla quiénes están capacitados para manejar un vehículo.
Este aspecto resulta crucial, ya que la educación vial y la formación de los conductores son factores determinantes para disminuir la cantidad de accidentes en las vías. Por esta razón, el proceso para obtener el carné de conducir es riguroso, incluyendo un examen teórico, una prueba práctica y un reconocimiento médico.
La preparación exhaustiva de los conductores no es un detalle menor, pues de ella depende en gran medida el cumplimiento de los estándares de seguridad vial promovidos por la entidad.
Nuevas reglas de la DGT para el carné de conducir
Si planeas obtener el carné de conducir o necesitas renovarlo el próximo año, presta atención: la DGT ha decidido ser más estricta en una de las etapas obligatorias en ambos procesos.
Esto no quiere decir que los exámenes teóricos o prácticos serán más difíciles y, en caso quieras renovar el permiso, no tendrás que pasar de nuevo por estas pruebas. Por tanto, el cambio afecta al procedimiento común a ambas situaciones: el reconocimiento médico.
Este último será el foco del endurecimiento. Tráfico implementará nuevas medidas para hacer más rigurosas las evaluaciones médicas obligatorias, tanto para quienes aspiran a obtener el permiso como para quienes deben renovarlo.
Este cambio, previsto para 2025, tiene como propósito evaluar con mayor precisión la salud física y mental de los conductores, una medida que podría prevenir numerosos accidentes en las carreteras.
No obstante, estas nuevas exigencias no estarán dirigidas a un grupo específico de conductores ni penalizarán a las personas mayores únicamente por su edad.
El enfoque se centrará exclusivamente en el estado de salud, analizando el historial médico de cada persona y evaluando cada caso de manera individual.
Aunque existen patologías que pueden ser limitantes, la decisión dependerá del grado de afectación y de las secuelas que estas condiciones generen en la capacidad de conducción.
¿Y qué pasa con las personas mayores?
En los últimos meses, se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que Tráfico estableciera un límite de edad para renovar el permiso de conducir, es decir, que se fijara una edad máxima a partir de la cual no se pudiera seguir conduciendo.
Sin embargo, no es verdad. La DGT no tomará la edad como un factor determinante para retirar el carné, sino que se basará en el estado de salud del conductor. La clave estará en demostrar que la persona cuenta con las capacidades físicas y mentales necesarias para llevar a cabo la conducción.
No es ajeno que, con el paso de los años, los reflejos puedan disminuir ni que algunas patologías puedan agravarse con la edad, lo que puede representar un riesgo al volante. En cualquier caso, la decisión de no renovar el permiso estará fundamentada en las limitaciones que dichas condiciones generen, no en la edad del conductor como tal.
Para ello, las evaluaciones médicas serán más rigurosas, incluyendo la revisión del historial clínico y un análisis individualizado de cada caso. Este enfoque permitirá determinar con mayor precisión si un conductor está apto para obtener o renovar el carné, si debe someterse a evaluaciones más frecuentes, o si se considera necesario retirarlo.