Este dispositivo ya es obligatorio en vehículos: la DGT revela su función
Ya se conocen cuáles serán los sistemas asistentes a la conducción obligatorios en nuevos coches y furgonetas matriculados en la Unión Europea
Una de las prioridades más relevantes para la Dirección General de Tráfico (DGT) es garantizar la seguridad de los conductores en las carreteras españolas. Para ello, implementan constantemente las últimas mejoras tecnológicas entre los sistemas obligatorios para los vehículos, asegurando así el cumplimiento y compromiso de los ciudadanos con la normativa. Desde el 6 de julio de este año, ya se conocen cuáles serán los sistemas asistentes a la conducción obligatorios en coches y furgonetas nuevas matriculadas en la Unión Europea.
Elementos tales como radares, limitaciones de velocidad, agentes o señales han sido hasta ahora las medidas más comunes para controlar la seguridad vial. Ahora bien, desde Bruselas se ha diseñado un programa europeo con el objetivo de lograr reducir el número de fallecidos a cero en 2050. El proyecto consiste en una serie de ayudas a la conducción llamado ADAS (Advanced Driving Assistance System).
La DGT introduce el sistema ADAS en su normativa
El ADAS es un sistema tecnológico que facilita a los automóviles y conductores incrementar la seguridad, tanto de su propio vehículo como de los demás conductores y usuarios de las vías. Sus diversas características abarcan el detector de sueño, el freno de emergencia o la alerta del cinturón de seguridad ubicado en todas las plazas.
Entre las numerosas funciones requeridas de asistentes a la conducción que pasan a ser de carácter obligatorio para turismos y furgonetas, uno de los más desconocidos es el Sistema Avanzado de Reconocimiento de Carril (LKA). Este cuenta con cámaras y sensores que determinan la posición exacta del vehículo y le indican el lugar más óptimo para circular. Además, incluye la opción de sugerir correcciones cuando el conductor se desvía de la mejor trayectoria.
La asistencia empieza automáticamente en el momento exacto en el que se enciende el motor, aunque se puede desactivar en ciertos vehículos. Lo más recomendable es no hacerlo porque el sistema nunca va a interferir de manera directa en la activación de intermitentes o en la conducción. Eso sí, mediante los algoritmos de su tecnología, las cámaras y sensores facilitará el control eficiente de la posición en carretera en función de las marcas del carril.
¿Cómo funciona la nueva asistencia a la conducción?
Normalmente, el sistema LKA se instala en el espejo retrovisor del interior del vehículo o en la parrilla frontal y, en caso de pérdida del conocimiento o de quedarse dormido, se dispara una alarma para despertar al conductor e instarle a volver dentro del carril. La combinación de todas estas funciones tiene un rol crucial para prevenir los accidentes que perjudiquen el bienestar del conductor, de los demás ocupantes del vehículo y otros usuarios de las carreteras.
Aun así, siempre existe el peligro de que puedan surgir accidentes que, a menudo, se producen por descuidos o por no acatar la normativa de la DGT. Algunos de los elementos que suelen provocarlos incluyen sobrepasar la velocidad, el uso de teléfonos móviles o conducir bajo la influencia del alcohol.
Los sensores que utiliza se orientan por las señales del carril, además de considerar la separación que hay entre el automóvil y estas marcas. Si el vehículo se desvía de manera involuntaria por cualquier razón, se pone en marcha una alerta o advertencia como en los casos de pérdidas de conocimiento.
Sensores y correcciones para ayudar al conductor
Existen diferentes tipos de advertencias en el sistema LKA; pueden ser auditivas, visuales e incluso provocar vibraciones en el volante. Algunos sistemas tecnológicamente más avanzados poseen la habilidad de rectificar la trayectoria del vehículo mediante ciertos cambios en la dirección, siempre con la finalidad de conducirlo al centro del carril y así prevenir colisiones o cualquier otro tipo de accidente. Incluso en estos casos, el conductor siempre puede rechazar las sugerencias o correcciones automáticas girando con algo más de fuerza el volante.
Con todo, es imprescindible tener en cuenta que toda tecnología puede fallar en base a su sistema o a factores externos, tales como la climatología o el mal estado de las marcas viales. Así pues, este nuevo aliado para la conducción nunca debe sustituir la atención incondicional del conductor mientras esté en circulación.