Los 5 deportistas que tiraron a la basura sus fortunas
Las malas inversiones son la principal causa de la pérdida de dinero de las estrellas del deporte
Muchos deportistas de élite acumulan grandes cantidades de dinero gracias a sus carreras y a los ingresos que consiguen por publicidad y patrocinios. Algunos de ellos invierten parte de ese dinero en otros negocios.
Una aventura que en ocasiones les funciona y consiguen una buena situación financiera para toda la vida, pero que otras veces acarrea grandes pérdidas tras haber tomado malas decisiones o haberse fiado de las personas incorrectas.
Leo Messi
El exfutbolista del Barça apostó fuerte por la inversión hotelera. En 2017, compró el hotel MiM de Sitges por 30 millones de euros. Sin embargo, el edificio tenía una orden judicial firme de demolición por incumplimiento de la normativa urbanística del Ayuntamiento.
En concreto, el anterior dueño al que el deportista compró el hotel sobrepasó los límites autorizados para la construcción del inmueble, y para corregir las irregularidades hay que derrumbar el hotel por completo.
Cristiano Ronaldo
Siguiendo con las estrellas del futbol, el portugués adquirió un lujoso apartamento de la Torre Trump de la Quinta Avenida de Nueva York por algo más de 16 millones de euros hace unos años.
Desde el 2019 intentaba venderlo, y finalmente lo ha conseguido, pero por seis millones, con lo que ha acabado perdiendo diez.
Sergio Ramos
Otro deportista que perdió una buena cantidad de dinero fue Sergio Ramos. El excapitán del Real Madrid invirtió entre 2015 y 2018 un total de 33,6 millones de euros en el sureste de Madrid para desarrollar un proyecto urbanístico.
Pese a tener todas las confirmaciones para llevarlo a cabo, el proyecto acabó paralizado para su revisión en los años en los que gobernó Manuela Carmena. Cuando se desbloqueó, la deuda que se había acumulado era inasumible. El futbolista consiguió llegar a un acuerdo de dación en pago con el fondo Blackstone.
Mike Tyson
A diferencia de los otros tres casos, en los que los deportistas han continuado con sus fortunas y sus negocios, las malas inversiones y los malos hábitos sí que llevaron a la bancarrota al célebre boxeador, a principios de los años 2000.
En 2003, Tyson tuvo que vender su lujosa mansión de Connecticut, que le suponía 63.000 dólares al mes en gastos, después de haber dejado su economía en manos de un asesor que se quedó con su dinero.
Scottie Pippen
Otro de los deportistas que acabó casi en la bancarrota fue una de las estrellas de los Chicago Bulls. El seis veces campeón de la NBA invirtió en negocios relacionados con la aviación, comida para gourmets y la construcción de un complejo de lujo.
Pero esos negocios le llevaron a tener que vender su lujosa mansión, que había comprado por 2,23 millones de dólares. La puso a la venta en 2016 por 3 millones de euros, pero no la vendió hasta cinco años después y por un millón menos de lo esperado.