Alcampo responde a las críticas sobre el combustible ‘low cost’: «es totalmente fiable»
Alcampo se ha defendido de las críticas de todos los que acusan al combustible 'low cost' de no ser una alternativa fiable
Buena parte de la producción mundial de petróleo proviene de Irán. Foto: Freepik.
En los últimos años, especialmente desde la crisis energética de 2022, las gasolineras de bajo coste han estado en el punto de mira. Y entre ellas, Alcampo se ha convertido en uno de los principales protagonistas, tanto por ofrecer algunos de los precios más bajos del país como por ser blanco de críticas que cuestionan la calidad de su carburante.
Frente a estas voces, la cadena ha salido al paso y ha defendido con firmeza la fiabilidad y seguridad de sus combustibles, intentando desmontar mitos y preocupaciones. Unas preocupaciones que muchos han manifestado con el paso de los años, obligando a Alcampo a salir al paso de los rumores. Sin embargo, sigue existiendo la duda del millón: ¿Son realmente fiables los combustibles ‘low cost‘?
La polémica suscitada por los combustibles de Alcampo
Lo cierto es que la gasolina ‘low cost’ arrastra desde hace años una reputación ambigua. Por un lado, millones de conductores acuden a estas estaciones para ahorrar en cada repostaje. Por otro, circulan advertencias sobre los posibles efectos negativos que estos carburantes tendrían sobre los motores a largo plazo. “No cuidan el motor”, “afectan a los inyectores”, “reducen la vida útil del vehículo”, son algunas de las afirmaciones más repetidas por quienes desconfían.
Unas críticas que se intensificaron en 2022, cuando el precio de la gasolina y el diésel superó los 2 euros por litro, lo que obligó al Gobierno a intervenir con bonificaciones de 20 céntimos por litro. Aun así, para muchos fue insuficiente, lo que derivó en un aumento masivo del uso de estaciones de servicio ‘low cost’, como las de Alcampo. Sin embargo, para comprender bien si son dañinas o no es importante conocer la diferencia con el combustible premium.
Y lo cierto es que la base del carburante es la misma. Tanto las gasolineras económicas como las grandes petroleras reciben su producto de la misma red de distribución: Exolum, antigua CLH, una de las principales operadoras logísticas del sector en España. Es decir, la gasolina que se sirve en una estación ‘low cost’ y en una premium proviene del mismo lugar.
¿Dónde está entonces la diferencia? En los aditivos. Las grandes petroleras incorporan fórmulas exclusivas a su carburante, que según sus propias investigaciones ayudan a mejorar el rendimiento del motor, alargar la vida útil o aumentar la eficiencia. Las estaciones de bajo coste, en cambio, suelen prescindir de estos aditivos especiales o los utilizan en menor cantidad.
Alcampo sale al paso de las críticas sobre el combustible low cost
Debido a ello, ante la presión mediática y las críticas de algunos sectores, Alcampo ha salido en defensa de su modelo de carburante, afirmando con rotundidad que cumple con todos los estándares de calidad exigidos por la normativa española y europea. Además, ha querido disipar dudas asegurando que el combustible que ofrecen en sus estaciones está suministrado por Repsol, lo que garantiza su trazabilidad y calidad.
“Nuestro carburante no solo es legal y seguro, sino que está sujeto a los mismos controles que el del resto de operadores del mercado”, han afirmado desde la compañía. También señalan que sus estaciones cuentan con sistemas de mantenimiento y almacenamiento que garantizan la conservación del producto en óptimas condiciones.
Tras ello, la defensa de Alcampo pone de nuevo sobre la mesa el eterno dilema entre calidad percibida y ahorro económico real. Según varios estudios, un conductor medio puede ahorrar hasta 300 euros al año utilizando carburantes económicos frente a las marcas premium. En el caso de profesionales que recorren muchos kilómetros, el ahorro puede ser aún mayor.