Adiós a los radares de la DGT: así controlarán la velocidad

La DGT planea implementar nuevos sistemas para promover la seguridad de los conductores en la carretera

El uso de radares fijos y móviles es una estrategia para reducir accidentes. Foto: Óscar J.Barroso / Europa Press

El uso de radares fijos y móviles es una estrategia para reducir accidentes. Foto: Óscar J.Barroso / Europa Press

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La Dirección General de Tráfico ha anunciado una transformación significativa en sus métodos de control de velocidad en las carreteras españolas, sustituyendo progresivamente los radares tradicionales por sistemas avanzados de monitorización en tiempo real. Una iniciativa que responde a la necesidad de modernizar los mecanismos de vigilancia vial y adaptarse a las nuevas tecnologías disponibles.

Una modernización que da un lavado de cara a las medidas de seguridad en carretera

Y es que actualmente, la DGT cuenta con aproximadamente 2.500 dispositivos de medición de velocidad, de los cuales cerca de 1.500 son móviles y alrededor de 800 son fijos. Los radares móviles, especialmente los modelos Velolaser, son valorados por su precisión y tamaño compacto, lo que facilita su despliegue en diversas ubicaciones. Por otro lado, los radares fijos deben estar siempre señalizados previamente, según la normativa vigente.

Es por ello que una de las innovaciones más destacadas es la implementación de cámaras equipadas con inteligencia artificial, capaces de evaluar múltiples parámetros en tiempo real. Estas cámaras no solo registran la velocidad de los vehículos, sino que también pueden detectar infracciones como el uso del teléfono móvil al volante, la ausencia del cinturón de seguridad e incluso identificar el número de ocupantes en el vehículo mediante sensores térmicos.

De hecho, estas cámaras incluso pueden estimar si un conductor está bajo los efectos del alcohol o conduciendo de manera errática, gracias al análisis de los patrones de conducción. Pero, ¿cómo ha hecho esto posible la DGT? Gracias, en gran parte, a que la interconexión de estas cámaras forma una red inteligente que permite un seguimiento continuo de los vehículos en diferentes tramos de la carretera. Cuando se detecta una posible infracción, el sistema alerta a las unidades de tráfico más cercanas para que intervengan y tomen las medidas correspondientes. Un enfoque que busca no solo sancionar, sino también prevenir comportamientos peligrosos antes de que resulten en accidentes.

Unos nuevos sistemas de velocidad que brindarán mayor seguridad en carretera

Por otro lado, además de estas cámaras inteligentes, la DGT está explorando la implementación de sistemas de control de velocidad dinámicos. Estos sistemas ajustan los límites de velocidad en función de variables como las condiciones meteorológicas, el flujo de tráfico y las características específicas de la vía. Por ejemplo, en situaciones de lluvia intensa o niebla, el sistema podría reducir automáticamente el límite de velocidad permitido para garantizar una conducción más segura.

La transición hacia estos nuevos sistemas también contempla la utilización de tecnologías basadas en el Internet de las Cosas. Un ejemplo de ello es el uso de conos conectados, que pueden transmitir información en tiempo real sobre condiciones específicas de la carretera, como obras en curso o accidentes recientes, alertando a los conductores y permitiendo una adaptación más segura a las circunstancias cambiantes del tráfico.

Por todo ello, esta modernización de los métodos de control de velocidad refleja el compromiso de la DGT con la reducción de la siniestralidad en las carreteras españolas. Al adoptar tecnologías avanzadas y sistemas inteligentes, se busca crear un entorno vial más seguro y adaptado a las necesidades actuales, donde la prevención y la eficiencia sean pilares fundamentales.

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