El virólogo García Sastre prevé la vuelta a la normalidad en primavera tras la vacuna
El experto en vacunas anticipa que los prototipos de Moderna y Pfizer provocarán un descenso generalizado de los casos de coronavirus en 2021
Los estudios que demuestran la alta efectividad de las vacunas contra el coronavirus que han diseñado las farmacéuticas Pfizer y Moderna han devuelto el optimismo a la comunidad científica. A pesar de que el calendario de vacunaciones se antoja todavía complicado, se ve más cerca la luz al final del túnel. El virólogo Adolfo García Sastre ha marcado la primavera como la fecha de regreso a la normalidad tras la pandemia de coronavirus.
Su pronóstico coincide con las previsiones que tienen algunos de los ideólogos que han desarrollado estas exitosas vacunas experimentales que están cada vez más cerca de obtener la aprobación definitiva de los reguladores sanitarios.
“Una vez que empiece ya a vacunarse toda la gente, las medidas que haya que tomar para seguir controlando la pandemia no van a ser como las que hemos estado tomando hasta ahora”, ha asegurado el experto en una entrevista en La Sexta.
García Sastre es una de las voces más autorizadas para hacer proyecciones sobre la evolución de la pandemia. El catedrático de medicina y microbiología dirige el Global Health & Emerging Pathogens Institute de Nueva York y está especializado en las investigaciones sobre las vacunas de virus como el de la gripe.
El epidemiólogo prevé que a lo largo de la primavera se producirá un cambio crucial en nuestra forma de vida que nos devolverá a una situación similar a la que había antes de que la Covid-19 comenzará a expandirse por el mundo.
Será entonces cuando las vacunaciones hayan alcanzado a buena parte de la población. “Va a dar lugar a que no haya muchos casos de enfermedad severa, hospitalizaciones y se pueda a abrir la economía y tener una vida parecida a lo que teníamos antes”, ha aclarado.
El epidemiólogo García Sastre anticipa un invierno duro por el coronavirus
A pesar de esta dosis de optimismo, los científicos coinciden en que el efecto de las vacunas todavía tardará unos meses en sentirse, lo que conducirá a buena a países como España a afrontar un “invierno duro” como consecuencia de la segunda oleada de casos de coronavirus.
El país atraviesa un relativo descenso de la incidencia, pero en la jornada de ayer se contabilizaron todavía 38.273 nuevos positivos y 484 fallecidos por Covid-19
“El invierno va a ser muy duro porque están subiendo los casos en muchos sitios”, ha señalado García Sastre.
El epidemiólogo ha apuntado que algunas medidas que se han tomado como el cierre de establecimientos, la clausura de los restaurantes, el toque de queda o los confinamientos locales “no han logrado bajar los casos a un número que sea sostenible”.
España busca respuestas al reto de la distribución de la vacuna
España dispondrá durante los próximos meses solo de un pequeño volumen de vacunas contra el coronavirus si finalmente la Agencia Europea del Medicamento da luz verde a los prototipos de Pfizer o de Moderna.
La cantidad le permitirá comenzar a vacunar a los grupos de riesgo como las personas mayores, la gente que tiene otras patologías o los profesionales sanitarios.
Para el resto del año, el reto continúa en lograr una distribución de los antígenos que requieren un importante esfuerzo logístico.
El prototipo de Pfizer, por ejemplo, debe conservarse a una temperatura de -80 grados centígrados para mantener sus propiedades. “Todavía queda tiempo para poderlas distribuir”, ha subrayado García Sastre.
Al la dificultad de la logística se suma también la capacidad que tenga la Unión Europea para negociar un envío conjunto de unidades del prototipo de Moderna.
El bloque ya ha cerrado acuerdos con otras farmacéuticas como Sanofi, Astrazeneca, Johnson & Johnson o Pfizer, pero todavía no ha sellado un contrato con los desarrolladores de la vacuna más eficaz de la carrera.
Con todos estos mimbres, el epidemiólogo del Global Health & Emerging Pathogens Institute de Nueva York antoja un camino que será complicado pero que podrá culminar con una vuelta a la normalidad en unos meses. “No es que todo sea un lecho de rosas una vez que tengamos la vacuna, pero hay mucha esperanza en que esto se pueda acabar a mediados del año que viene”, ha subrayado.