La vacuna de Moderna pone fin al problema de la conservación a bajas temperaturas
La vacuna de Moderna se almacena a -20 grados, frente a los -80 de Pfizer, y puede permanecer estable en un refrigerador común hasta 30 días
Moderna ha adelantado a Pfizer en la carrera por la vacuna contra el coronavirus. Su prototipo no solo ha demostrado ser levemente más eficaz –un 95% frente al 92% de su rival– sino que también su y conservación presenta mayores ventajas. Mientras que la vacuna de Pfizer debe transportarse y almacenarse a temperaturas ultra frías de hasta -80 grados, este nuevo remedio requiere únicamente una congelación a -20 grados. Y aun así, el mayor punto a favor es que puede permanecer estable en un refrigerador común hasta 30 días, frente a los cinco que aguanta la de Pfizer.
El factor temperatura introduce un gran obstáculo para la distribución de la vacuna a nivel mundial. Los países se verán obligados a construir redes de almacenamiento y transporte, lo que supone elevadas inversiones que aumentan la probabilidad de que solo los países desarrollados puedan tener acceso al antídoto. Y por ello, ha explica Rachel Silverman, investigadora de Ciencias Políticas en el Centro para el Desarrollo Global, “la vacuna Moderna es una opción mucho más viable para los países de ingresos bajos y medianos”.
«La vacuna Moderna es una opción mucho más viable para los países de ingresos bajos y medianos”
Esta experta ha indicado en declaraciones a Bloomberg que las necesidades de almacenamiento en frío son muchos menos extremas. Además, según Ayfer Ali, investigador de medicamentos en Warwick Business School en el Reino Unido, el remedio de Moderna “se puede acomodar dentro de las redes de distribución de vacunas ya existentes”. “Incluso en áreas remotas y subdesarrolladas, los refrigeradores están disponibles o se pueden suministrar a bajo coste”, ha añadido.
No obstante, para Gillies O’Bryan-Tear, presidente de políticas y comunicaciones de la Facultad de Medicina Farmacéutica del Reino Unido, Pfizer también podría hacer que su vacuna fuera más viable buscando una nueva fórmula que le permita evitar el problema de la refrigeración. Este experto propone la criodesecación como alternativa.
A la espera de otras vacunas con más facilidades de almacenamiento
Tanto Pfizer como Moderna se basan en una tecnología sin precedentes, el ANR mensajero. Esta técnica requiere la conservación a tan bajas temperaturas. Sin embargo, las investigaciones de otras farmacéuticas, como la de la Universidad de Oxford y Astrazeneca, usan tecnología ya probada, por lo que, en el caso de que sus ensayos clínicos concluyan con éxito, la fabricación y envío de este tipo de inyecciones será más sencillo.
«Esto lo sabremos en los próximos meses”, ha indicado Saad Omer, director del Instituto de Yale para la Salud Global, en declaraciones a Bloomberg. “Habrá que tomar decisiones sobre los costes de esperar frente a los de actuar actuar. Algunos podrían decidir esperar en función de características más amplias y la necesidad de una cadena de ultra frío”, ha agregado.