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Trump advierte en su toma de posesión: «El declive de EEUU ha terminado»
El presidente de los Estados Unidos deja bien claro que el país "va a volver a ser respetado en todo el mundo"
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado el inicio de una «era dorada» con el arranque de su segundo mandato, en un discurso inaugural en el que ha esbozado algunas de sus primeras medidas tras llegar al cargo y que incluirán la declaración de la emergencia nacional en la frontera con México y otra iniciativa para aumentar las extracciones de gas y petróleo, informa Europa Press.
Estados Unidos «va a volver a ser respetado en todo el mundo», ha anunciado Trump poco después de tomar posesión en el interior del Capitolio, donde ha repetido gran parte de las consignas que le han llevado de vuelta a la Casa Blanca cuatro años después.
Quiere «poner a Estados Unidos en primer lugar», lograr un país «más grande, más fuerte y mucho más excepcional». De hecho, ha recalcado que este 20 de enero puede considerarse «el día de la liberación» y ha llamado a pasar página del «‘stablishment’ corrupto» que durante «muchos años» ha marcado el devenir del país.
Trump, que ha recordado el intento de magnicidio sufrido el verano pasado, ha señalado que si sigue vivo es porque Dios le ha permitido «volver a hacer de Estados Unidos un país grande de nuevo», con una «vuelta política histórica» que llega con una batería de medidas bajo el brazo.
El magnate neoyorquino ha prometido resolver la «crisis de confianza» ciudadana y que el Departamento de Justicia no será un «arma» al servicio de intereses político, cuestionando de nuevo de manera velada los múltiples procesos que tiene abiertos en su contra y que le han llevado a ser el primer presidente condenado en la historia del país.
Frontera con México
«Como comandante en jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones», ha subrayado. Así, ha criticado que un Gobierno que ha dado financiación «ilimitada» a otros países para defender sus fronteras no haya sido capaz de proteger las suyas.
Decretará la emergencia nacional en la frontera sur, de tal manera que las autoridades estadounidenses frenarán cualquier «entrada ilegal» y deportarán a «millones de extranjeros delincuentes». «Vamos a instaurar la política de ‘quédate en México'», ha recalcado.
Dentro de las futuras órdenes ejecutivas se incluye la designación como organizaciones terroristas extranjeras de los cárteles de la droga, al tiempo que recuperará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para perseguir a las bandas y redes de delincuencia que alimentan la inseguridad de las ciudades.
En términos sociales, ha anunciado que el género y la raza dejarán de ser «armas de ingeniería social», lo que implica por ejemplo que, por ley, «sólo habrá dos géneros: hombre y mujer». «Vamos a forjar una sociedad que sea ciega ante el color y que se base en los méritos», ha añadido. Asimismo, ha anunciado que readmitirá a los militares expulsados de las Fuerzas Armadas por no vacunarse contra el COVID-19.
Por otro lado, el nuevo mandatario norteamericano quiere combatir la inflación y mejorar el nivel de vida, para lo cual ha reiterado su compromiso de imponer aranceles a las importaciones y una nueva estrategia industrial y energética a nivel interno. Estados Unidos impondrá una «emergencia nacional energética».
«Vamos a perforar», ha asegurado Trump, que busca aumentar la extracción de gas y petróleo para reducir los precios, «llenar» las reservas estratégicas y aumentar las exportaciones de combustibles fósiles a otros países.
«Recuperar» el canal
El discurso de Trump ha incluido contadas alusiones a temas de política exterior, pero el magnate sí ha resumido su doctrina diplomática en que quiere que Estados Unidos «recupere su lugar como el país más poderoso y respetado de la tierra», con medidas simbólicas como el cambio de nombre del golfo de México, que pasará a llamarse golfo de América.
También ha aludido de nuevo al canal de Panamá, para insistir en que su objetivo es «recuperarlo». Considera que las autoridades panameñas han incumplido las promesas y han permitido que sea China quien tenga el control ‘de facto’ de esta estratégica infraestructura.
Busca ser un presidente «pacificador» y ha resaltado que un día antes de que jurase el cargo este lunes Hamás accedió a entregar a un primer grupo de rehenes en virtud del alto el fuego suscrito con Israel.