Torra reúne a los hombres de Puigdemont ante las maniobras de ERC
Quim Torra y el núcleo duro de Carles Puigdemont en el Parlament rechazan la presión de ERC para convocar elecciones anticipadas
Mientras Esquerra Republicana (ERC) prepara el terreno para dejar caer al Govern, Quim Torra estudia cómo frenar el inevitable derrumbe de su legislatura. Este jueves, lo ha hecho de la mano del núcleo duro del entorno de Carles Puigdemont, evitando así también roces con los sectores moderados de Junts per Catalunya (JpC).
Oficialmente, el encuentro de Torra con el portavoz de JpC en el Parlament, Albert Batet, y los diputados Eduard Pujol y Gemma Geis –las extremidades parlamentarias más cercanas al puigdemontismo– formaba parte de una ronda de contactos con entidades sociales y formaciones soberanistas para hacer frente a la sentencia del 1-O, tal y como consta en la agenda de Presidència.
No obstante, nada más salir del Palau, lo primero que hizo Batet fue hablar de ERC, y no en un tono celebratorio. En alusión al planteamiento del presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, sobre pactar con Pedro Sánchez para «fijar las circunstancias y las condiciones» de un referéndum, el portavoz dijo que sería un «retroceso» si la propuesta, que no ha sido concretada, no incluyera la demanda de la autodeterminación.
Más duro fue al referirse a las voces que desde Esquerra reclaman un adelanto electoral. «Desde el ámbito de ERC, que cada día van cambiando de propuesta, ayer pedían un avance electoral… Pues bien, todo lo que sea un avance electoral autonómico o pactos que no respondan a los valores del 1-O, para nosotros es un retroceso», dijo Batet.
Los hombres de Puigdemont y Torra descartan elecciones
El entorno duro de Puigdemont transmitió que la respuesta al juicio del 1-O, en lugar de obligar a un retorno a las urnas, debe ser «de país, unitaria, transversal y no improvisada», poniendo el énfasis en «no improvisada», y en lo apuntado anteriormente sobre que ERC cambia de propuesta «cada día». Es JpC presentándose, ante todo, como «los de la solución al conflicto», también en palabras de Batet.
En todo caso, el encuentro de este jueves sirvió a los cargos de JpC al menos para recordar a ERC, si bien indirectamente, que solo el president puede convocar elecciones autonómicas, y que su intención ahora mismo es proteger «la mayoría independentista» de las elecciones catalas del 21-D, según Batet.
En el papel, la reunión de Torra con los tentáculos de Puigdemont en el Parlament era parte de la ronda de contactos con la que también mantuvo encuentros con ERC, la CUP, los comunes, Front Republicà, Demòcrates, ANC, Òmnium Cultural y los sindicatos CC.OO. y UGT, entre otros, para trazar una respuesta unitaria a la sentencia. Los últimos contactos fueron esta tarde.
En la práctica, la reunión fue otra ofensiva en el tira y afloja que es la relación amor-odio entre ERC y JpC, en especial ahora que el grupo de Junqueras da por acabada la legislatura y solo espera al momento en el que Torra ceda a la presión para convocar elecciones.