Torra rechaza rastreadores pese a la poca «musculatura» del sistema

Barcelona se prepara para dar pasos atrás en el Área Metropolitana de Barcelona. El ayuntamiento y la Generalitat se han dado un plazo de dos días para determinar cuáles serán las medidas que se llevarán a cabo para atajar el brote de coronavirus, pese a que la consellería de Salud del Govern de Quim Torra ha rechazado los 50 rastreadores que ha ofrecido el consistorio de Ada Colau. 

La alcaldesa de Barcelona ha explicado que la Generalitat ha reconocido que el sistema de detección de contactos «no está funcionado demasiado bien». El ayuntamiento ha insistido en que falta «musculatura» en el sistema de rastreos, y han acordado la creación de una agencia mixta entre ambas administraciones para atajar el rebrote, como se hizo con las residencias. 

Rebrotes importantes

El ayuntamiento de Barcelona se ha mostrado preocupado, aunque el incremento de nuevos casos todavía no ha llegado a un punto crítico como el pasado marzo. La Ciudad Condal ha contabilizado 500 positivos, el triple que la semana pasada, repartidos en 29 brotes. Los focos más importantes están en Sants-Montjuïc –al lado de l’Hospitalet– y en l’Eixample, donde en la mayoría de casos se contagiaron en ocio y relaciones sociales. 

Colau se ha reunido con la consellera Vergés para abordar la situación del coronavirus. Ambas instituciones han reconocido que el engranaje de colaboración para detectar casos y evitar rebrotes está fallando, aunque la administración autonómica ha insistido en perfilar el sistema informático antes de aumentar el número de rastreadores –150 en la actualidad–, pese a que los médicos creen necesarios un mínimo de 2.000. 

La alcaldesa de Barcelona ha llamado a la cautela, aunque ha rechazado de plano el «confinamiento» como el vivido entre febrero y mayo. Eso sí, no ha descartado más «medidas de restricción» en los próximo días. El ayuntamiento ha advertido que ha puesto en marcha las facilidades de aislamiento a personas sin hogar o poco espacio, y servicios a domicilio para las personas aisladas que necesiten la compra en su puerta. 

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Barcelona está en ambar ante la reescalada de casos de coronavirus, algo parecido a lo que ha pasado en la ciudad vecina de l’Hospitalet de Llobregat. El segundo municipio en población de Cataluña vive un rebrote en tres barrios de la zona norte de la ciudad: Collblanc, La Torrassa y La Florida. 

El gobierno autonómico; en coordinación con la alcaldesa de la ciudad, la socialista Núria Marín; ha aplicado medidas para atajar el rebrote en la zona que incluyen el cierre de equipamientos culturales, de ocio o locales nocturnos. También, se recomienda a la población evitar al máximo salir de sus casas si no es por motivos imprescindibles. La Generalitat también había prohibido reuniones de más de 10 personas, algo que la justicia ha tumbado. 

Lleida es el otro gran foco que preocupa a la Generalitat. La ciudad ha vivido un endurecimiento de su confinamiento como consecuencia del elevado número de casos, pese a los vaivenes del gobierno autonómico con la justicia al limitar algunos de las medidas derechos fundamentales.