El pacto de Gobierno entre el PSOE y Sumar no carece de ambición, a pesar de que las mayorías en el Congreso para sacar adelante muchas de sus medidas serán más complicadas que en la legislatura anterior. El acuerdo presentado este martes en el Museo Reina Sofía pasa por «una segunda ola de derechos laborales», donde además del recorte de la jornada semanal a 37,5 horas, se incluyen la reforma del despido, cambios en el impuesto de Sociedades e incluso la prohibición de los vuelos de corto alcance si existe alternativa de transporte.
El secretario general del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha desgranado junto a la líder de Sumar y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el programa de Gobierno en un acto solemne donde ha acudido la plana mayor de ambos partidos. Ambos líderes se han repartido los papeles: mientras que Díaz ha desgranado el grueso de las medidas a futuro, Sánchez ha puesto en valor la gestión de los últimos cinco años y se ha comprometido con seguir gobernando los cuatro siguientes.
Sánchez, que aún no tiene los apoyos comprometidos para su investidura sin fecha, se ha felicitado del trabajo hecho y de la ambición del acuerdo alcanzado de madrugada. «Nadie sabe lo que va a ocurrir durante los próximos cuatro años, pero las oportunidades en el horizonte son inabarcables. También los riesgos e incertidumbres, pero puedo garantizar que España no se va a detener ante nada ni ante nadie«, ha detallado el presidente.
Sánchez: «Vamos a estar cuatro años más»
Díaz ha asegurado que el acuerdo no es solamente un documento entre partidos, sino que se trata de un pacto con la ciudadanía para «mejorar la vida de los españoles y las españolas». «Este acuerdo de Gobierno sirve para servir y no lo debemos olvidar nunca«, ha asegurado, en una advertencia velada a su socio de Gobierno.
El principal escollo entre ambos socios era la pretensión de Sumar, el partido de Díaz, de incluir la rebaja de la jornada semanal máxima de 40 horas a 37,5 horas en el Estatuto de los Trabajadores. Finalmente se ha conseguido y se hará de manera gradual hasta 2025, aunque ambos líderes se han comprometido a seguir trabajando en el diálogo social.
El acuerdo entre ambos también pasa por seguir subiendo los salarios y, en concreto, el salario mínimo interprofesional (SMI), así como una nueva regulación del despido, de acuerdo con la legislación europea. Ambos partidos han acordado también seguir avanzando en la «democracia económica», desarrollando el artículo 129 de la Constitución Española. «¿Ustedes creen que en una comarca afectada por una deslocalización, sus trabajadores y trabajadoras, si ellos decidieran, iban a permitir que su empresa se fuera? Ha llegado la hora de cumplir con ese mandato constitucional«, ha asegurado la vicepresidenta segunda.
El acuerdo también pasa por sacar adelante el Estatuto del Becario, que se quedó colgado en los últimos meses de la legislatura pasada, así como una reforma de la Ley del Cambio Climático, que prohibirá los vuelos de menos de dos horas y media si no existe una alternativa de transporte.
En cuanto al ámbito fiscal, ambos partidos se han comprometido a mantener los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas, así como a una reforma del Impuesto de Sociedades que pase por que las grandes empresas tributen al 15% de su resultado contable y no de «lo que dicen que ganan». Según ha cifrado Díaz, esto supondrá 10.000 millones adicionales para las arcas del Estado.
La vivienda es otro de los ejes del acuerdo y se incidirá en la regulación de los alquileres turísticos y en la puesta en marcha de los índices de precios en las zonas tensionadas,. Además, ambos líderes se han comprometido en sacar un nuevo sistema de financiación autonómica que permita que las compañías más infrafinanciadas puedan tener los recursos suficientes.