Sánchez asegura que «no hay intención» de tocar la ley de amnistía
El presidente de Gobierno insinúa cambios legales para acortar los tiempos de instrucción de los jueces y reitera que entre todas las fuerzas políticas deberán "encontrar una solución"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este viernes que «no» hay «intención» por parte de los socialistas de realizar ninguna modificación al texto de la ley de amnistía que la semana pasada no se aprobó en el Congreso por el voto contrario de Junts e instó a que «entre todos» los implicados en este asunto se pueda «encontrar una solución» para su aprobación, al tiempo que insinuó que la vía puede ser acortar los tiempos de instrucción de los jueces.
Sánchez, en una entrevista en la Sexta recogida por Servimedia, se mostró «convencido» de que habrá ley de amnistía y puntualizó que el texto se consensuó tras un «esfuerzo» realizado por seis grupos parlamentarios (PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu y PNV) además de diputados del BNG y de Podemos.
Por eso, indicó que «no se trata de ceder» para que ahora la ley asuma las exigencias que piden desde Junts, a las que Sánchez se negó aludiendo a que el actual es «un buen texto» porque es una «ley reparadora, valiente y constitucional», por lo que «no es nuestra intención» modificar nada de la misma.
«Entre todos», ahondó el presidente, «tendremos que encontrar una solución» porque la redacción actual posibilita una ley que «está alineada» no solo con la Constitución sino también, aseguró, con el derecho europeo.
De hecho, Sánchez comentó que «todos los supuestos que están siendo objeto de duda, están recogidos en la ley», tras ahondar en que el independentismo no es terrorismo, y subrayó que «lo más importante es la garantía jurídica, que sea constitucional y que esté alineada con el derecho europeo».
El presidente insistió en que la ley de amnistía va a ser «100% constitucional» y que eso lo hay que «preservar», por lo que abogó por otros caminos y comentó que «hay un elemento, también, que hemos visto durante estos últimas semanas de instrucciones que se prolongan y que incluso los propios fiscales han puesto en cuestión», en alusión a los autos y procedimientos relacionados con el juez Manuel García-Castellón y lo relacionado con la acusación por terrorismo al expresidente catalán fugado de la Justicia, Carles Puigdemont.
«Son elementos que además se incardinan perfectamente en una reforma que hemos convalidado en en estos reales decretos leyes de hace unas semanas en el Congreso de los Diputados y es el de la eficiencia de la justicia», compartió el jefe del Ejecutivo.
Es más, consideró que «hay elementos que podemos incorporar de mejora y que, evidentemente, pueden subsanar algunas de las dudas que puedan tener estas formaciones políticas», respondió cuando se le preguntó por si la opción es modificar la Ley de Enjuiciamiento Criminal y recortar las instrucciones de los jueces.
No obstante, el presidente sostuvo que «ahora mismo» no están «negociando» nada en concreto sino que se hará «en los próximos días» y con el «resto de formaciones políticas que están a favor de esta de esta ley reparadora» para que salga adelante y se pueda «dar carpetazo a una situación con la que llevamos siete años».
Fuentes socialistas aseguran que «esta semana» habrá un contacto para cómo salvar el escollo y que «mientras» no se produzca esa reunión no está claro por dónde se irá para aprobar la ley de amnistía en próximos plenos del Congreso.
El referéndum es «imposible»
Por otra parte, Sánchez aseveró que «constitucionalmente es imposible, es inviable, hacer un referéndum de segregación, de secesión de una parte del territorio de España» y que, además, desde el punto de vista político, «todos los pasos» que han ido dando han sido «siempre en una misma dirección, que es la convivencia, el reencuentro entre catalanes y también entre catalanes y el conjunto de España». Y, por tanto, ese «reencuentro» por el que trabaja «no lo resuelve un referéndum binario entre si se quiere ser catalán o español o español y catalán», zanjó.
Sánchez rechazó que vaya a producirse un referéndum porque «hasta desde el punto de vista político iría en contra de todo lo que he ido abonando y trabajando durante estos cinco años y medio».
«En eso no tiene que tener ninguna duda», aclaró el presidente admitiendo que también negó la amnistía y, finalmente, está apostando por ella porque ha «cambiado de posición» ya que «la política no opera sobre un vacío, sino sobre una realidad concreta», la que reclamaban más de 50 diputados para «superar ya todo este horizonte judicial» y abogar por una «convivencia» que, además, «trae prosperidad económica».