Sánchez le recuerda a Mas que los catalanes llevan “decidiendo 35 años”
El líder del PSOE, que aboga por reformar la Constitución, asegura que nadie puede “quebrar” la ley
El liderazgo del PSOE ha cambiado, pero en la cuestión principal que afecta en estos momentos a la política española, la posición es la misma: los catalanes no pueden, de forma unilateral “quebrar la ley”, y la única solución viable es que puedan votar, conjuntamente con todos los españoles, una reforma de la Constitución. Porque los catalanes, de hecho, “llevan 35 años decidiendo libremente”.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha mantenido la misma firmeza en esa cuestión que el presidente Mariano Rajoy. Tras entrevistarse con el President Artur Mas en el Palau de la Generalitat, por espacio de dos horas, –era el primer encuentro entre los dos– Sánchez ha considerado que el PSOE defiende una vía, para todos, que pasa por la reforma de la Constitución, y que, entre otros retos, deberá reconocer la “singularidad de Cataluña”.
¿Nación catalana?
Pero ese es, precisamente, el gran obstáculo. Pedro Sánchez, consciente de lo que se juega en el resto de España, ha rechazado reconocer a Cataluña como nación, un debate que sigue sin superarse. Se ha ceñido a “lo que marca la Constitución, que habla de nacionalidades”, insistiendo, en todo caso, es que se debe reconocer la singularidad catalana.
Las palabras de Sánchez, sin embargo, evidencian que ese es el meollo del asunto. Para el Govern de Artur Mas y para buena parte de la sociedad catalana, Cataluña es un sujeto político y jurídico, y, en consecuencia, puede decidir libremente su futuro.
El debate político en España nunca ha entrado, de verdad, en esa cuestión. Pero el Govern de Artur Mas lo da por hecho. El portavoz, Francesc Homs, tras la entrevista entre Sánchez y Mas, ha insistido en que lo que se pide, “poder votar”, se acabará produciendo, sea el 9N o en un futuro no tan lejano.
Reforma constitucional
Previamente a las palabras de Homs, Pedro Sánchez había expuesto la hoja de ruta del PSOE. Los socialistas se han comprometido a abordar una reforma en profundidad de la Constitución. “Primero el acuerdo, después la votación”, ha afirmado, con la idea de buscar un consenso que permita esa reforma, y que se vote después. Pero eso no resuelve el problema. Como ha apuntado en los últimos meses el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, si ese referéndum de reforma constitucional fracasara en Cataluña, con más votos negativos que afirmativos, el problema sería mayúsculo y, con ello, se estaría reconociendo, de forma pasiva, que Cataluña es un sujeto político y jurídico propio.
Ese momento, en todo caso, no ha llegado. “No vamos a aceptar una consulta ilegal, no se puede quebrantar la ley de forma unilateral”, ha asegurado Sánchez, sobre la consulta fijada para el 9N, dejando claro que el PSOE está al lado del PP y que defenderá el recurso del Gobierno contra la ley de consultas catalana y contra la convocatoria del President Mas.
Aproximación a partir del 10N
«Los catalanes llevan decidiendo libremente 35 años, en los países democráticos el derecho a decidir es la ley y las leyes se cambian de acuerdo con la ley, y sólo con la ley, y nosotros no somos equidistantes: no aceptamos la consulta del 9-N y espero que el presidente catalán cumpla su palabra y no incumpla la ley”, ha sentenciado Sánchez.
Admitida esa posición, el conseller Homs ha considerado que las diferencias entre el PP y el PSOE “existen” y que los socialistas “proponen una reforma de la Constitución que se deberá concretar, pero el PP, en cambio, lo rechaza todo”.
El camino, muy complicado para Mas, podría pasar, a partir del 10N por una aproximación con los socialistas. Sánchez, junto con Iceta –con quien se reunió para preparar el encuentro con Mas– han dejado claras las condiciones para un cambio de rumbo.