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Ruptura total en el Banco de España: el PP rechaza nombrar subgobernador si Sánchez elige a Escrivá
El Gobierno mantiene el nombre del ministro como candidato a gobernador, defendiendo que la ley garantiza la autonomía del supervisor
No será un «cambio de cromos» ni un «baile de sillas». En el Partido Popular recurren a estos juegos infantiles para mostrar su rechazo al último movimiento del Gobierno, el primero del curso político: el nombramiento de la cúpula del Banco de España. Después de tres meses de interinidad tras el fin del mandato de Pablo Hernández de Cos, el límite es el próximo miércoles.
Una semana antes de que se agote el mandato de la subgobernadora y dirigente en funciones de la entidad, Margarita Delgado, el Gobierno sigue con el mismo nombre que dejó encima de la mesa antes del receso veraniego: el del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá.
De hecho, como ha avanzado la Cadena SER, el nombramiento está hecho y tomará posesión esta misma semana del cargo de gobernador del Banco de España. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz, Pilar Alegría, ha querido ser «respetuosos» con los tiempos, dado que este miércoles comparecerá en el Congreso el ministro de Economía.
Un candidato que el Partido Popular rechaza de plano: pasar de «un sillón de un Ministerio a otro» en el Banco de España no es garantizar la independencia de la institución, dijo este lunes el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, en la rueda de prensa tras la directiva del PP.
El Banco de España, un acuerdo PSOE-PP
Las negociaciones entre el PP y el Gobierno están estancadas desde que apareció el nombre del ministro encima de la mesa. Existía un preacuerdo entre ambas formaciones para colocar a la secretaria general del Tesoro, Paula Conthe, como primera gobernadora de la institución, como adelantó ECONOMÍA DIGITAL. Pero saltó por los aires y las conversaciones, lideradas por Félix Bolaños, desde el Ejecutivo; y por Cuca Gamarra, por el PP; no han podido reconducirse.
La selección del gobernador del Banco de España ha sido tradicionalmente un juego de dos entre los principales partidos. La formación en el Gobierno escoge al primer espada, mientras que el principal opositor selecciona al subgobernador. El PP descarta ahora validar un potencial nombramiento de Escrivá o de cualquier otro ministro a cambio de escoger al ‘número dos’ del banco.
«Evidentemente, nosotros no estamos para cambiar cromos, esa no va a ser nuestra posición», defendió Bravo, una postura que hacen suya las fuentes populares consultadas.
A pesar de la tradición pactista, el nombramiento del gobernador del Banco de España es, formalmente, una designación del presidente del Gobierno que tiene que ser defendida por el ministro de Economía en el Congreso de los Diputados. La cita es el miércoles, cuando Carlos Cuerpo comparecerá ante la comisión correspondiente de la Cámara baja.
De nuevo con las formalidades, el subgobernador es designado por el Consejo de Ministros a propuesta del subgobernador.
Ningún gobierno ha nombrado, hasta ahora, a un ministro en activo como nuevo gobernador de una institución que se presume independiente. El antecedente más parecido es el nombramiento de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en 2006, ya que antes de ese cargo había sido secretario de Estado de Hacienda bajo el mandato de Pedro Solbes. Aquella ocasión fue la primera en la que la tradición pactista entre PP y PSOE se rompió, con el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero designando a gobernador y subgobernador.
Una reunión clave en el BCE
En el Gobierno ya advertían desde primera hora que esta misma semana habría novedades sobre el nombramiento de la cúpula del Banco de España. El tiempo apremiaba y fuentes del Ejecutivo no descartaban un acuerdo, aunque reconocían una falta de novedades en las conversaciones con el PP.
No solo apremia por el fin del mandato de Delgado: la próxima semana el Banco Central Europeo (BCE) celebrará una reunión de política monetaria en la que podrían adoptar el segundo recorte de los tipos de interés en lo que van de año. Y solo un gobernador en plenas funciones puede votar en esas citas.
A pesar de que el Gobierno nunca ha confirmado oficialmente el nombre de Escrivá como candidato a gobernador, en el Ejecutivo defienden con fervor su capacidad para el puesto, debido a su curriculum, que técnicamente es intachable. Antes que ministro, fue presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y previamente ejerció puestos de responsabilidad en el Banco de España, en el Banco Central Europeo y en el sector privado. Concretamente, fue el economista jefe del servicio de Estudios del BBVA, un cargo que desempeñaba cuando fue nombrado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para poner en marcha la autoridad fiscal.
En La Moncloa subrayan que el ministro no pertenece a ningún partido -aunque hizo campaña por el PSOE en la antesala de las elecciones generales del 23 de julio-, y que es independiente. Además, subrayan las mismas fuentes que el paso por la política no debe vetar el acceso a otros puestos más técnicos, ya que eso implicaría que los profesionales no querrían dar el salto a la Administración.
El ministro Carlos Cuerpo ha expresado en repetidas ocasiones que la Ley de Autonomía del Banco de España es suficiente para garantizar la independencia de la institución y de su titular. Pero Escrivá, con notorios enfrentamientos con el servicio de estudios de la institución, podría tensar la cuerda al máximo.