El rey emérito presenta una declaración para regularizar las tarjetas opacas
El abogado del rey Juan Carlos I remite una declaración voluntaria a la Agencia Tributaria para tratar de esquivar un presunto delito fiscal
El rey Juan Carlos I ha tomado cartas en el asunto para tratar de evitar ser juzgado por un delito por el presunto uso de tarjetas opacas. El monarca emérito ha presentado una declaración ante la Agencia Tributaria con el objetivo regularizar su situación fiscal y de aclarar si debe que pagar algún importe a las arcas públicas por esos gastos que no fueron notificados.
Su abogado, Javier Sánchez, ha sido el encargado de remitir el escrito a Hacienda, que deberá responder en los próximos días sobre este asunto. Esta declaración voluntaria busca regularizar el uso de las tarjetas de crédito que el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause puso a disposición de la Familia Real pero que no se declararon oficialmente, según ha publicado El País.
La Fiscalía del Tribunal Supremo ya investiga la legalidad de estas tarjetas bancarias que el entorno de Juan Carlos I utilizó entre los años 2016 y 2018, cuando ya había perdido su condición de inviolable, después de abdicar y cederle el trono a su hijo, Felipe VI. El importe investigado supera los 120.000 euros, por encima del umbral que determina un delito fiscal.
Como parte de la causa, la Fiscalía ya ha interrogado al empresario mexicano amigo del rey emérito, así como al coronel del Ejército del Aire, Nicolás Murga Mendoza. Era uno de los ayudantes más cercanos al monarca y presuntamente tenía acceso a las tarjetas para abonar los gastos personales de Juan Carlos I y de sus familiares directos. No se ha demostrado una vinculación de la trama con el rey Felipe VI ni con la reina Letizia.
Con este movimiento, el monarca emérito busca pagar el importe correspondiente a la Agencia Tributaria y evitar tener que declarar como investigado por un presunto delito de fraude fiscal o blanqueo de capitales cuando ya no estaba protegido por su inviolabilidad. Una amenaza que le obligaría a abandonar su estancia en Emiratos Árabes Unidos, donde ha permanecido los últimos cuatro meses.
La regularización no incluye los regalos de Corinna Larsen
La declaración voluntaria de estos gastos fiscales no contemplan otros de los movimientos de dinero del rey Juan Carlos I que la Justicia tiene bajo la lupa. En el escrito no se han documentado los presuntos regalos que el monarca le realizó a su amiga Corinna Larsen por valor de 65 millones de euros, según han aclarado fuentes consultadas por El País.
El texto remitido a Hacienda no hace mención a ninguno de los bienes que el rey emérito pueda tener en el extranjero ni a las donaciones que haya podido recibir de personalidades como el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz.
Es el último capítulo de una larga relación del rey emérito con los tribunales españoles, que le forzó a retirarse a Arabia Saudí con el objetivo de evitar que los escándalos salpicasen también a su hijo. La Justicia todavía tiene que decidir qué decisión toma con la presunta trama de cobro de comisiones por la construcción del Ave a la Meca en 2012.