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Registro de jornada laboral: por qué es obligatorio y qué sanciones hay
Este registro busca garantizar el cumplimiento del horario y las horas de trabajo fijados en los contratos, así como el respeto de los límites legales de la duración máxima de la jornada y los descansos
El registro de la jornada laboral ha cumplido cinco años de vigencia este mes de mayo. Y aunque es obligatorio para los trabajadores de las compañías y autónomos, aún no se implementa en muchos casos adecuadamente, lo que se ha visto traducido en cuantiosas sanciones.
Solo en 2023, las multas se dispararon en un 45% para los negocios por incumplir este registro, según los datos más recientes de la Inspección de Trabajo y Seguridad social. Estas sumaron un valor total de 15.5 millones de euros, estableciendo una multa media que excedía los 1.000 euros.
Introducido en el Real Decreto Ley 8/2019, el registro de la jornada laboral busca garantizar el cumplimiento del horario y las horas de trabajo fijados en los contratos, así como el respeto de los límites legales de la duración máxima de la jornada de trabajo y los descansos.
El registro debe incluir la hora de inicio y fin de la jornada diaria, los descansos y cualquier interrupción que se pueda producir. El control debe ser fiable, objetivo y accesible tanto para los trabajadores como para los inspectores de trabajo, en caso de que sea necesario comprobar su cumplimiento.
Además, busca prevenir el exceso de horas extra no remuneradas, garantizar el respeto de los derechos laborales de los trabajadores y combatir la precariedad laboral. La falta de cumplimiento de esta obligación puede acarrear sanciones económicas para las empresas.
¿Por qué es obligatorio?
- Protección de los derechos laborales: El registro de la jornada laboral asegura que los empleados no trabajen más horas de las establecidas en sus contratos y que se respeten los períodos de descanso y los límites de horas de trabajo semanales y diarias, según lo establecido en la legislación laboral.
- Prevención del fraude laboral: El registro de la jornada ayuda a prevenir prácticas fraudulentas como la realización de horas extras no remuneradas o la alteración de los horarios de trabajo, asegurando que los empleados reciban la compensación adecuada por su tiempo y esfuerzo.
- Promoción de la conciliación laboral y personal: Al registrar las horas de trabajo de manera precisa, se puede facilitar la conciliación entre la vida laboral y personal de los trabajadores, asegurando que tengan tiempo suficiente para descansar y dedicarse a actividades fuera del trabajo.
- Facilitación de la supervisión y cumplimiento normativo: El registro de la jornada laboral proporciona a las autoridades laborales una herramienta para supervisar el cumplimiento de las leyes laborales y para detectar posibles infracciones por parte de los empleadores.
Estas son las multas
Las infracciones leves se producen por no informar a cerca de las condiciones laborales o el registro de horas. En este caso, la sanción oscila entre 60y los 650 euros.
Por otra parte, las infracciones graves suponen una multa de entre 626 y 6.250 euros por no computar las horas extras trabajadas, así como errores en el registro o por no comunicar las horas extras a los representantes de los trabajadores.
El tercer tipo corresponde a las infracciones muy graves, cuya sanción va desde los 6.251 a 187.515 euros por impactos, retrasos en pagos o empleo de menores en horas extras, como explica el blog Control de Jornada Laboral.
Algunas reglas
En la actualidad, fichar la jornada con la huella dactilar ya no está permitido. También, se debe registrar el fichaje para jornadas a tiempo parcial y las pausas de los trabajadores, sean para fumar o tomar algo.
Las empresas deben pagar las horas extras en caso no cuentan con un registro adecuado, así como pagar la jornada completa si no lo hacen.
Se contempla que la Inspección del Trabajo pueda acceder remotamente a los registros de jornada laboral de las empresas. De hecho, es un tema que en los últimos días se viene tratando entre los sindicatos y la patronal con el fin de equilibrar el tiempo trabajado y una remuneración justa.