Rajoy se presentará a la investidura con 169 votos, a priori
El presidente en funciones confía en lograr los apoyos, pero excepto Ciudadanos, ninguna fuerza política está dispuesta a darle los votos a favor
Mariano Rajoy está confiando. O al menos eso dice en público. Tras la luz verde de su partido a aceptar las propuestas de Albert Rivera, le comunicó a Ana Pastor, como presidenta del Congreso, que estaba dispuesto a someterse al debate de investidura. Y la ex ministra rotuló en rojo el calendario electoral: el 30 y 31 de agosto será la jornada en que Rajoy puede ser investido presidente…o rechazado.
Si nos atenemos a las matemáticas, por ahora al PP no le alcanzan con sus diputados (137) y los de Ciudadanos (32). Entre unos y otros tienen 169 votos, pero le faltan siete más para ser investido.
En caso de que no consiga la mayoría absoluta de 176 votos, el 2 de septiembre tendrá una segunda oportunidad, y aquí le basta con una mayoría simple. Pero eso sí, necesita tener más votos positivos que negativos.
El socialismo no se mueve de la negativa
Y aquí se entra en el terreno de la especulación política con la calculadora en una mano: el PSOE, con 85 diputados, sigue reiterando su negativa, y ni hablar de una posible abstención.
En las filas socialistas, dirigentes históricos como Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero dijeron que el socialismo debería abstenerse y dejar el camino libre a Rajoy, tesis que también ha sido avalada por algún dirigente de segunda línea. Pero Pedro Sánchez sigue firme en su postura, y los barones del partido le avalan en la decisión. La pregunta del millón es si el partido aguantará la presión del PP y Ciudadanos para que, al menos, haya siete legisladores que se abstengan en la segunda ronda.
Sánchez se juega su liderazgo en esta movida. Y dar un pequeño paso al costado y permitir una abstención le costaría su cargo de secretario general. Por ahora, hasta que dure el proceso de investidura, seguirá al frente. Luego el partido realizará su 39 Congreso, y habrá que ver si logra mantener la confianza de los socialistas.
Sin el voto de Podemos ni de los nacionalistas
Es imposible que Unidos Podemos, que cuentan con 71 legisladores, desbloqueen el camino a Rajoy. Es más, lo que esperan es que caiga para buscar opciones de gobierno. Pablo Iglesias, que el jueves ha reaparecido por los pasillos del Congreso, ha contactado a Pedro Sánchez para tantear una investidura opcional. «Ojalá que la investidura de Rajoy sea pronto y su fracaso permita la exploración de una alternativa de Gobierno», dijo.
Sánchez no negó que tenga contactos periódicos con el dirigente de Podemos, pero el partido negó que se haya planteado formar un gobierno alternativo si Rajoy fracasa en su investidura.
Los partidos nacionalistas tampoco están por la labor de apoyar un nuevo mandato de Rajoy: entre todos suman 25 diputados. A lo sumo, el PP podrá arañar un voto positivo del representante de Coalición Canaria, y con mucha suerte, una abstención de los cinco diputados vascos, pero no más. Ni ERC, ni Convergència, ni Bildu darían el «sí» a un partido que siempre ha chocado de frente con las aspiraciones independentistas de estas agrupaciones.
¿Y si fracasa Rajoy?
En caso de que Rajoy no logre los votos necesarios para ser investido presidente, comienza un período de dos meses en los que los partidos están obligados a buscar alternativas. Y si no se llega a ningún acuerdo, pues se vuelva a convocar a elecciones.
¿Para cuando? Pues el calendario marca que serían para el domingo 25 de diciembre. Plena Navidad. Es un escenario al que ningún dirigente político quiere llegar, por el desgaste que implica volver a ponerse en campaña, y porque se llegará al lamentable récord de haber estado un año sin un gobierno investido. Eso sin contar la poca participación que tendrían unos comicios realizados en una de las fiestas más tradicionales del año. La política española se repite como un bucle sin perspectivas de terminar.