Quim Torra solemniza su ruptura con Pedro Sánchez
El presidente de la Generalitat formaliza su rechazo oficial a los presupuestos y aprovecha su intervención en el Parlament para pedir la dimisión de Lesmes
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha aprovechado el pleno que se celebra en el Parlament para solemnizar su portazo a los prespuestos generales del estado (PGE), y, de paso, ha pedido la dimisión del presidente del Tribunal Supremo (TS) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, por el cambio de criterio que el alto tribunal ha formalizado sobre los impuestos de las hipotecas.
Torra abrió la sesión con una alocución de 10 minutos consagrada a cargar, en la línea habitual, contra el poder judicial, la fiscalía, la abogacía del estado y el gobierno de Pedro Sánchez.
El president justificó su sorpresiva comparecencia por la situación generada tras la presentación de los escritos de acusación de la fiscalía y la abogacía del estado contra los procesados en el TS por el caso del 1-O. «Este pleno no podía empezar como si nada hubiera sucedido desde el viernes», dijo, e instó a los diputados a «dejar de mirar para otro lado» ante la a su juicio injusticia de la situación.
Torra reiteró que no avalará ningunas cuentas a Sánchez mientras dure la «represión» y el presidente del Gobierno no presente «una solución política a un conflicto político». En este punto trajo a colación la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo a España por el caso Otegi y el súbito cambio de doctrina del Supremo sobre las hipotecas -ambas conocidas el martes, cuando solicitó su comparecencia- para alimentar su relato sobre la «causa general» que a su juicio se está llevando a cabo contra el independentismo.
Torra intensificará su acción exterior en Europa y Estados Unidos
«El Supremo está a tiempo de rectificar. Ahora ya sabemos que puede hacerlo si lo pide la banca», ironizó, y acto seguido pidió la dimisión de Lesmes. La estrategia es demonizar la justicia española, exprimiendo el relato mientras dure el juicio, dentro y fuera. En ese sentido, advirtió que la Generalitat intensificará su acción exterior en Europa y Estados Unidos, y que se dirigirá a los líderes de la Unión Europea para denunciar ante ellos la situación.
Los comunes y la CUP avalan la causa contra la justicia
Aparte del de Junts per Catalunya (JpC) y ERC, las formaciones que integran su gobierno, Torra consiguió la complicidad en su causa general contra la justicia española no solo de la CUP, sino también de Catalunya en Comú Podem (CECP), cuya jefa de filas parlamentaria, Jéssica Albiach, se sumó a la petición de dimisión de Lesmes. La diputada cupera Natàlia Sànchez celebró que Torra dijera que usará el juicio del 1-O para «acusar al Estado», pero le advirtió: «no se puede estar acusando un día y negociando otro«.
«Esperábamos alguna novedad, pero ha dicho lo de siempre», le afeó al president la líder de Cs, Inés Arrimadas. Tanto ella como Miquel Iceta, le preguntaron a Torra a qué se refiere con su recurrente afirmación de que no aceptará ninguna sentencia que no sea absolutoria.
Pero la cantinela que siguió sin concretarse, porque Torra renunció a replicar a los grupos y delegó la tarea en su vicepresidente, Pere Aragonès, lo que propició una protesta de Cs, PSC y PP, que alegaron que, en virtud del Reglamento del Parlament, era el presidente catalán quien tenía que responder. «Qué vergüenza, señor Torra, no solo no da la cara y no responde sino que los suyos le ayudan a esconderse. Qué poco confían en usted», ironizó al respecto Arrimadas.
«Con toda esa urgencia por comparecer, creía que quería un debate, pero ya veo que no», insistió en la misma línea el líder del PSC, que recordó a Torra que en el seno de la Generalitat hay «satisfacción» por haber retomado el diálogo con el gobierno central tras años de falta de vías de comunicación abiertas, y consideró «ridículo» que el president tenga la pretension de hablar ante el Parlament «en nombre de un pueblo oprimido».
El PP pide la dimisión de Torra
El más duro fue el nuevo jefe de filas del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, que, como antes había hecho Arrimadas, recordó a Torra que España, con seis, es uno de los países que acumulan menos condenas del tribunal de Estrasburgo, y le reprochó que recuerde la sentencia a Arnaldo Otegi ahora desautorizada por el TEDH y omita en cambio la que en 1980 condenó al exportavoz de Batasuna por el secuestro , del empresario Luis Abaitua.
«Pensábamos que no podía caer más bajo, pero en el piso de su inmoralidad, siempre hay un sótano más», le reprochó Fernández, que también pidió una dimisión. La del propio president, en su caso: «Dimita, señor Torra, porque aquí la única vía agotada es la suya», zanjó.