Puigdemont pone fecha a su libro (¿y a las elecciones?)

El expresident publicará en Sant Jordi un dietario de los cuatro años transcurridos desde que llegó a la Generalitat mientras planea volver a ser candidato

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Carles Puigdemont quiere seguir ganando protagonismo de cara a unas eventuales elecciones anticipadas en Cataluña. Puigdemont tiene previsto publicar la próxima primavera, de cara a Sant Jordi (23 de abril), un dietario de sus últimos cuatro años, los transcurridos desde que accedió a la presidencia de la Generalitat, escrito a cuatro manos con el periodista Xevi Xirgo. La obra, que entra de lleno en detalles políticos relacionados con su pulso con Oriol Junqueras, sugiere que no sólo puede convertirse en una fuente de ingresos, sino, sobre todo, en un arma política pensada para una campaña electoral. 

El relato en primera persona del expresidente catalán, del que El Punt Avui, el diario que dirige Xirgo, ha publicado un extracto esta semana, se empieza a promocionar justo después de que la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminara en la sentencia sobre la inmunidad de Oriol Junqueras que los eurodiputados lo son, y en consecuencia gozan de ese blindaje, desde que se proclaman los resultados de las elecciones europeas, abriendo las puertas a que Puigdemont y el exconseller Toni Comín tomen finalmente posesión de sus escaños.

Junts per Catalunya (JxCat) llevaba además semanas amagando con la posibilidad de que, en caso de que consiguiera la inmunidad, Puigdemont volviera a ser candidato a la presidencia de la Generalitat. El lunes, el expresident aseguraba que el libro no está escrito para sacar ningún “rédito político”, y abogaba por agotar la legislatura, que no se acaba hasta diciembre de 2021.

Puigdemont y la inhabilitación de Torra

Pero el caso es que ese, el de evitar elecciones anticipadas, es un escenario altamente improbable. Para empezar, porque el govern de JxCat y ERC se ha quedado sin argumentos para prolongar la  legislatura tras la sentencia de la causa del 1-0, vendida por Quim Torra como el momentum o impulso que faltaba para culminar el procés, pero que a la hora de la verdad no suscitó más respuesta unitaria del independentismo que las protestas en la calle y una declaración de intenciones pactada a duras penas en el Parlament.

Pero además, está la cuestión de la condena de Torra. El president fue sentenciado a año y medio de inhabilitación por un delito de desobediencia por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) pocas horas después de que el pasado jueves se conociera el fallo del TJUE sobre Junqueras, pero su abogado, y el de Puigdemont, Gonzalo Boye, confía en poder posponer la inhabilitación un año y medio más, pero el Tribunal Supremo podría fallar antes.

Y además, tanto el PP como Vox han reclamado —los primeros a la Junta Electoral de Barcelona (JEB) y los segundos, al TSJC—. En ambos casos, mediante una vía que avanzó Economía Digital: la de apelar a la ley electoral, la LOREG, que desde 2011 establece que en casos de delitos contra la administración pública -entre los cuales está el de desobediencia-, la inhabilitación entra en vigor en cuanto hay sentencia, aunque esta aún no sea firme.

Puigdemont, principal activo electoral de JxCat

Ante ese panorama, JxCat ha empezado a maniobrar en clave preelectoral, con vistas a una posible cita con las urnas los próximos meses. Y su principal activo vuelve a ser Puigdemont. Más después de que la favorita del propio expresident para encabezar una eventual lista posconvergente a las catalanas, Laura Borràs, haya quedado tocada por la investigación abierta en el Supremo por la presunta fragmentación de contratos para favorecer a un amigo suyo cuando estuvo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes.

El expresident, además, podría aprovechar su inmunidad para hacer campaña desde la llamada Catalunya Nord, en el sur de Francia. De hecho, también podría volver a España, pero sus abogados le han aconsejado no hacerlo porque no se fían de que las autoridades españolas respeten su blindaje europeo. En todo caso, el retorno de Puigdemont a Cataluña, aunque fuera la Cataluña francesa, es visto en JxCat como un gancho electoral de primer orden.

Si finalmente hubiera inhabilitación de Torra, se abriría un periodo de 10 días para presentar un candidato a ser investido presidente de la Generalitat en el Parlament. A partir de entonces, habría un plazo de dos meses para la investidura, pasado el cual, se convocarían elecciones de forma  automática. Así que si esa inhabiliitación se produjera por la vía rápida, como pretenden PP y Vox, podría ser que hubiera comicios en primavera. Eso sí, para lo que ya no hay tiempo materal es para sean antes del 23 de abril. Es decir, de ese dia de Sant Jordi en que Puigdemont aspira a ser la estrella en las paradas y las librerías.

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