El pacto con Colau pasa factura al PSC
Los socialistas no consiguen sacar réditos electorales de su gestión en áreas clave del Ayuntamiento barcelonés según el último barómetro municipal
Todas las formaciones polĂticas con representaciĂłn en el Ayuntamiento de Barcelona salen mal paradas del Ăşltimo barĂłmetro de opiniĂłn excepto los republicanos: lideran las encuestas de intenciĂłn de voto y su lĂder, Ernest Maragall, es el Ăşnico que llega al aprobado en la valoraciĂłn de polĂticos, aunque sea con un cinco pelado.
Ni quiera el PSC ha sacado réditos de su pacto de gobierno con Ada Colau. Según los datos del barómetro semestral, difundidos este viernes, los socialistas de Jaume Collboni registran una intención de voto del 8,9% cuando en las elecciones del pasado mayo consiguieron el apoyo del 12,1% del total de barceloneses con derecho a voto.
Los socialistas confiaban en rentabilizar su pacto con Colau. Asumieron carteras en las que fracasĂł el anterior gobierno de Colau como las de seguridad, ahora en manos de Albert Batlle, o Movilidad, en las de Rosa AlarcĂłn. Sin embargo, ello no se ha traducido en un incremento de las expectativas electorales segĂşn el Ăşltimo barĂłmetro.
En cambio, los comunes de Colau obtienen una intenciĂłn de voto del 15,5% cuando en las elecciones de mayo se quedaron en el 13,7%. El pacto de gobierno no les pasa factura a ellos, sino a sus socios socialistas.
No obstante, los comunes siguen por debajo de ERC, que obtiene una intenciĂłn de voto del 16% cuando en las elecciones del pasado mayo cosecharon el 14,1. Además, Colau suspende en valoraciĂłn (4,7 puntos) por primera vez desde que llegĂł a la alcaldĂa hace cuatro años.
La CUP también saca pecho después de quedarse fuera del consistorio barcelonés en las últimas municipales. La encuesta municipal le da una intención de voto del 4,7 cuando las urnas les dieron hace poco más de seis meses el 2,6.
Manuel Valls se desmorona
Ciudadanos y Barcelona pel canvi, que se presentaron junto en las elecciones, van de capa caĂda. Juntos consiguieron el 8,7% del voto del total de barceloneses, mientras que su intenciĂłn de voto por separado ahora se reduce al 2,6%, por lo que se refiere al grupo que lidera Luz Guilarte, y a al 0,4%, al de Manuel Valls.
Junts per Catalunya también pincha tiene ahora una intención de voto del 4,7% cuando en las municipales obtuvo un 6,9%. Lo mismo ocurre con los populares. La formación de Josep Bou reduce sus expectativas al 1,5% cuando en las urnas sacó un 3,3%
Estos datos muestran tendencias aunque no reflejan la realidad. En las elecciones del 26 de mayo, la abstención alcanzó un 33,8%, mientras que en el barómetro tan solo un 9,1% de los encuestados manifiesta que no ejercerá su derecho al voto.
Al analizar los resultados del Ăşltimo barĂłmetro semestral con los realizados desde 2015 queda patente la volatilidad de la opiniĂłn de los barceloneses respecto a los problemas de su ciudad. Por ejemplo, el problema más grave de la ciudad en estos momentos en opiniĂłn de los barceloneses es la inseguridad (29,1%) cuando en el barĂłmetro de junio de 2015 tan solo una minorĂa (3,4%) lo situaba en primer lugar.
La percepción de inseguridad se disparó en 2018 al pasar de un 6% de ciudadanos que lo consideraba el problema más grave en junio al 21% en diciembre. Desde entonces sube pese a que, en los últimos meses, los delitos han descendido.
En sentido contrario, el paro y las condiciones laborales pasaron de ser considerados el primer problema de los barceloneses en junio de 2015 (31,9%) al poco significativo 3,5% actual.