Colau endurece la seguridad con fichajes de la etapa de Mas
El concejal Albert Batlle completa su equipo de colaboradores con cargos del entorno del exconsejero Ramon Espadaler, actual líder d’Units per Avançar
El Ayuntamiento de Barcelona ha completado el equipo de seguridad ciudadana, pero no ha sido con cargos de los comuns, el partido de Ada Colau, ni siquiera con los de sus socios socialistas, sino con de Units per Avançar, formación heredera de la desaparecida Unió que se coaligó con el PSC. Algunos de ellos estuvieron en el Govern de Artur Mas, cuando todavía existía CiU.
Al frente de la seguridad municipal se encuentra el quinto teniente de alcalde, Albert Batlle, que dirigió a los Mossos d’Esquadra cuando estaban a las órdenes del consejero Ramon Espadaler, líder de Units per Avançar. Los dos son del mismo partido.
Del equipo que formó Espadaler en Interior (2012-2015), Batlle ha recuperado a Maite Casado, como nueva gerente de Prevención y Seguridad, y a David Ciudad, que ejerce como su asesor desde este agosto.
Fuentes de Interior apuntan que Espadaler colocó a Ciudad, exmilitante de Unió, en la dirección del servicio de emergencias de la Generalitat (CAT112). Se mantuvo en el cargo hasta mediados de 2015. Curiosamente, no se le acusó oficialmente por las irregularidades financiaras que detectó la Sindicatura de Cuentas en la gestión del CAT112 en los años 2014 y 2015, aunque si fue objeto de chanzas internas por la utilización del vehículo oficial. Ahora su partido lo ha repescado para que asesore a Batlle.
Batlle ha completado su equipo de colaboradores con dos socialistas, que formaron parte de la lista del PSC que encabezó Jaume Collboni: Joan Ramon Riera, jefe de gabinete del teniente de alcalde de Seguridad, e Ivan Pera, otro asesor. Los dos quedaron fuera del corte de concejales electos: el primero ocupó la novena posición y el segundo, la undécima, cuando tan solo se proclamaron ocho concejales de esta lista. No salieron elegidos, pero se les ha recolocado.
Los sindicatos policiales celebraron el nombramiento de Batlle, así como el de la gerente Casado, aunque dudan del resto de su equipo. No ven con buenos ojos la recolocación de candidatos que no fueron elegidos para que se encarguen de tareas de seguridad, ni la recuperación de directivos como Ciudad. Su gestión en el CAT112 se vio envuelta en la polémica.
Críticas policiales a Colau
El sindicato mayoritario de la Guardia Urbana, Sapol, cargó recientemente contra la “nefasta gestión” de alcaldesa Colau durante el anterior mandato. Aseguran que obligó a los agentes a «dejar de intervenir”, lo que posibilitó que “las mafias se adueñaran de las calles».
Pese a que tanto el concejal Batlle como el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, han anunciado medidas para atajar la inseguridad, diversas asociaciones ciudadanas están convocando movilizaciones para este septiembre en protesta por el incremento de los delitos.
Entre los promotores de las movilizaciones se encuentran miembros de las llamadas patrullas ciudadanas, dedicadas a la persecución de carteristas en el metro. Su actuación no cuenta con el visto bueno de las autoridades policiales.
Para atajar la alarma ciudadana, Batlle y Buch han convocado para este 5 de septiembre la primera reunión del llamado Plan Barcelona Segura, que contará con la participación de agentes económicos y sociales de la ciudad.
Algunas medidas ya se han puesto en práctica. Por ejemplo, la batida conjunta de los Mossos y la Policía Nacional contra los carteristas del metro de Barcelona. Este martes identificaron a más de 70 en tan solo dos horas. Todas las formaciones políticas catalanas defienden la necesidad de que el gobierno español impulse una reforma del Código Penal para encarcelar a los reincidentes.
Este septiembre aumentaran los efectivos policiales que operan en Barcelona con 139 nuevos agentes de la Guardia Urbana y 325 Mossos d’Esquadra. Su primer objetivo es eliminar la alarma ciudadana, especialmente por lo que se refiere a los robos con violencia.
Durante los primeros seis meses de este año se registraron 7.423 robos con violencia o intimidación en la ciudad de Barcelona, un 58,6% más que en el mismo periodo de 2016. Desde ese año se han incrementado, rompiendo con la tendencia a la baja que se inició en 2012, según datos de los Mossos.