Podemos constata que debe hallar un mensaje que motive y que también habría fracasado una coalición con Sumar

Podemos constató este lunes que sus resultados en las elecciones gallegas de ayer han sido «elocuentes, muy claros», que debe «acertar con un mensaje que consiga motivar» a la ciudadanía y que haberse presentado en coalición con Sumar «tampoco hubiese dado para cambiar el resultado» de cero escaños para ambas formaciones.

El portavoz de la Ejecutiva y secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, fue quien valoró el resultado electoral en rueda de prensa en la sede del partido, y lo hizo lamentando la «pésima noticia» de la nueva mayoría absoluta del PP y que «concentrar el voto en el BNG» no había «sido suficiente» para ponerla en riesgo.

«Necesitamos ofrecer más para que la ciudadanía vote a Podemos», reconoció, pero acto seguido pasó a referirse al conjunto del bloque progresista para denunciar que «le hace falta valentía y ambición para dar motivos a la ciudadanía para salir a votar». En este sentido, interpretó que «el que llevemos seis meses hablando de la amnistía no ayuda», porque debería ponerse el foco en los problemas de la ciudadanía, como la vivienda y los servicios públicos.

Aun partiendo de que en Galicia ya se venía de «una situación muy complicada», sin representación parlamentaria y con pocos recursos, Fernández se conjuró para «poner en pie una izquierda transformadora que sea capaz de movilizar al electorado de izquierdas» y «sacar a la gente de la abstención», y aseguró que en Podemos están «dispuestos a llevarlo a cabo», a «volver a levantar una izquierda transformadora tanto en Galicia como en el conjunto del país», y a «hacer una reflexión y acertar con un menaje que consiga motivar».

El primer momento para hacerlo serían las elecciones vascas, aun pendientes de convocar, y en ellas Fernández apuntó que la marca Elkarrekin Podemos tiene «arraigo territorial» y «muchísima representación institucional», cosa que no tenía en Galicia. Y para ellas no cree que sea necesario intentar una coalición con Sumar, que de nada habría valido en las gallegas pues ni acumulando los votos de ambos partidos su hipotética candidatura única se habría acercado a tener representación.

Partiendo de que la decisión de coaligarse o no con Sumar corresponde a Podemos Euskadi «con las directrices marcadas por la militancia» (no aceptar vetos personales y elegir a los candidatos en primarias), Fernández observó que el presentar «un proyecto nítido, claro, transformador, de izquierdas» incluye también «dejar de hablar de nosotros mismos y hablar de los problemas que tiene la gente.

En cualquier caso, constató que «visto que la ciudadanía ha concentrado mayoritariamente su voto en el BNG, cualquier otra fórmula por la que se hubiera optado», es decir, la coalición con Sumar, «tampoco hubiese dado para cambiar el resultado».