Las nuevas restricciones de Navidad amenazan con hundir a la hostelería
El sector se enfrenta a las medidas sanitarias de Navidad con cerca de 100.000 empresas en el aire por su delicada situación económica
El Gobierno de Pedro Sánchez ha impuesto un nuevo plan de restricciones sanitarias que todas las comunidades autónomas tendrán que mantener durante la Navidad.
El escenario busca limitar al máximo las interacciones sociales para controlar la expansión del coronavirus, pero amenaza con hundir todavía más al sector hostelero que afronta con las manos atadas la campaña más importante del año, en la que se incrementa un 25% su facturación.
El cierre perimetral de las comunidades autónomas, la limitación en el número de participantes de las reuniones sociales o el toque de queda nocturno ahogan a los bares y restaurantes de todo el país que no podrán ofrecer en las mismas condiciones sus tradicionales cenas y comidas en Navidad. Un golpe para un sector estratégico que genera el 6,3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país y que da empleo a 1,7 millones de españoles.
A los planes del Ministerio de Sanidad, se suman las medidas como la reducción de aforo que siguen en vigor en la mayor parte de las regiones del país.
Bajo el paraguas del estado de alarma, todas las comunidades autónomas se han visto obligadas a restringir el acceso en bares y restaurantes a un reducido volumen de personas durante la fase de los rebrotes. Varias autonomías han comenzado a abrir la mano ya, pero la apertura completa no llegará en Navidad.
Un estudio publicado este miércoles ha revelado que los controles de aforo en espacios cerrados representan una barrera para el 55% de los establecimientos de hostelería de España. Mientras que un 51,4% admite que se ha visto golpeada por las limitaciones del horario de apertura y un 27% por la acotación de los espacios de la terraza.
En Cataluña, por ejemplo, bares y restaurantes deben respetar un máximo del 30% de la capacidad en el interior de los locales con un máximo de cuatro personas por cada mesa. La horquilla se abrirá como mucho hasta el 50% del aforo, aunque la situación epidemiológica ha retrasado los planes de desescalada de la Generalitat a menos de un mes de las fiestas.
A las estrictas normas para contener la Covid-19 se suman los llamamientos que las autoridades sanitarias han realizado en las últimas semanas para frenar la expansión de la enfermedad.
En su primera propuesta de medidas de navideñas, el Ministerio de Sanidad pidió a todos los españoles que evitasen si es posible las cenas con compañeros de trabajo o los tradicionales encuentros de los equipos deportivos. Dos actos sociales que relanzan el consumo en la hostelería durante el último mes del año.
La hostelería no tiene un salvavidas para el impacto de las restricciones
A pesar del duro impacto que pueden provocar las restricciones, la hostelería no tiene ningún colchón que le garantice la supervivencia a menos de un mes de que comience la Navidad.
El Gobierno de Pedro Sánchez no ha llegado a un acuerdo para poner en marcha un plan de ayudas que evite las pérdidas del sector. Su inacción ha puesto en juego a 100.000 empresas y amenaza con provocar la pérdida de cerca de un millón de puestos de trabajo.
“Tras nueves meses de restricciones, e incluso el cierre en gran parte del país, la hostelería se encuentra en una situación desesperada y de desamparo total por parte del Gobierno”, ha lamentado el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.
El sector requiere de un paquete de ayudas directas estimado en 8.500 millones de euros para poder salir adelante tras el impacto de la Covid-19 en su programación anual. Otros países como Alemania, Bélgica u Holanda ya han activado estos rescates nacionales en sus territorios.