No fumar en playas y terrazas, el próximo paso para combatir el virus
Las personas infectadas que fuman esparcen el virus en un mayor espacio, poniendo en riesgo de contraer la Covid-19 a todos los que están a su alrededor
En plena oleada de rebrotes, varias comunidades de España han limitado el aforo en bares y restaurantes recordando la necesidad de la distancia de seguridad en las terrazas. Y algo que pone en peligro a los que se encuentran en estos lugares es el humo del tabaco.
Todas aquellas personas infectadas que recurran a un cigarrillo —a pesar de ser asintomáticos— esparcirán sus gotas de agua con virus SARS-CoV-2 por mucho más espacio, poniendo en riesgo al resto de la población.
Los epidemiólogos, a través de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha reclamado que todas las terrazas de bares y restaurantes, playas, espectáculos al aire libre y coches particulares se conviertan en espacios sin humo, advirtiendo de su peligro. Por ello, en un comunicado, propone ampliar los espacios libres de humo para proteger a la población del humo del tabaco.
Las leyes antitabaco han logrado reducir significativamente la exposición al humo, pero ahora los expertos piden dar un paso más allá. El objetivo es reducir también la elevada carga de morbi-mortalidad asociada al consumo de tabaco y a la exposición al humo, según recoge la agencia Efe.
De esta manera se acercaría a las leyes de otros países, mucho más avanzados en este tema. Estados como Canadá, EEUU o Italia ya han implementado la prohibición de fumar incluso en los coches particulares.
Actualmente, el Gobierno está estudiando una nueva ley antitabaco que conlleve la subida de impuestos y la equiparación del vapeo con el cigarrillo tradicional para prohibir también su uso en los espacios donde ya no se permite fumar.
8 de cada 10 locales incumplen la legislación
El peligro viene dado de la falta de una regulación más estricta, pero también porque —según el documento— el 80% de los establecimientos incumplen la ley al permitir fumar en terrazas cubiertas con dos o más cerramientos. En estos casos, la concentración de nicotina y partículas puede llegar a superar los niveles encontrados en interiores, cuando se permitía fumar.
La SEE plantea que no se permita fumar en las playas, las terrazas de hostelería, las instalaciones deportivas y en los espectáculos al aire libre, pero también en las paradas y andenes de los medios de transporte, entradas de centros educativos en los que haya presencia de menores, campus universitarios y vehículos privados.