Confusión hotelera con la norma Collboni: el fin de la moratoria depende del plan urbanístico
El PSC se abstuvo en una proposición de Junts que abre la puerta a proyectos hoteleros “singulares”, pero más tarde desmintió la existencia de un acuerdo entre partidos para permitir nuevos hoteles
La moratoria por la cual no se pueden construir nuevos hoteles en el centro de Barcelona desde 2015 sigue sobre la mesa. Esta semana, la noticia de que el PSC y Junts habían pactado levantar la moratoria y volver a permitir proyectos hoteleros “singulares” en la ciudad corría como la pólvora, dado que suponía la ruptura total de la gestión de la antigua alcaldesa, Ada Colau.
La Comisión de Uranismo, Movilidad y Vivienda de Barcelona aprobó esta semana una propuesta de los de Xavier Trias que insta a modificar el Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (Peuat) aprobado Colau. Dicha propuesta, contempla el aval a proyectos «singulares» de hoteles en las zonas más turísticas de la ciudad, incluyendo el Eixample o Ciutat Vella.
Por otro lado, el texto presentado por Junts también propone regular los «hogares compartidos», de acuerdo a la normativa autonómica. Según el Peuat actual, para poder alojar a un inquilino menos de 31 días se requiere una licencia de vivienda turística, también bloqueadas desde hace años, algo que no se aliena con el decreto ley 75/2000 de la Generalitat.
El texto quedó aprobado con los votos favorables de Junts, PP y Vox, así como la abstención del PSC, el partido del alcalde Jaume Collboni, mientras que los comuns y ERC votaron en contra. Por este motivo, se empezó a hablar de un pacto entre los socialistas y los junteros para levantar la moratoria hotelera.
Sin embargo, el equipo de gobierno de Collboni mantiene su postura en la ambigüedad. Dos días después que la propuesta de los junteros recibiera luz verde, la teniente de alcalde, Laia Bonet, negaba la existencia de cualquier pacto con Junts que supusiera modificar la regulación de los pisos compartidos o de la moratoria hotelera.
Pese a su abstención, la número dos de Collboni explicó que «si se revisa el Peuat será para adaptarlo a la nueva normativa catalana y española y siempre manteniendo las restricciones actuales«. «El reciente decreto ley del gobierno de la Genreralitat nos tiene que permitir regular mejor los pisos turísticos de la ciudad y reducir el número», concluyó Bonet.
Esta rectificación deja al sector hotelero con un sabor agridulce. Fuentes empresariales consultadas por este medio, aseguran que la modificación del Peuat con las propuestas de Junts supondría un cambio de dinámica respecto a las contundentes prohibiciones de la antigua alcaldesa. En cualquier caso, primero habrá que esperar a leer la letra pequeña del nuevo plan urbanístico para analizar que impacto puede tener en el sector hotelero de la ciudad y si, finalmente, supone un giro de 180 grados respecto a las políticas de Colau.
Modificar el Peuat, pero sin compromisos
De hecho, la abstención de los socialistas no supone ningún tipo de compromiso y solamente obliga al ejecutivo local a modificar las ordenanzas y el propio Peuat. Una vez los técnicos finalicen el redactado del nuevo plan, deberá de aprobarse en el pleno municipal.
Los empresarios del sector siempre se han mostrado contrarios a la moratoria hotelera, ya que, además de prohibir construir hoteles nuevos, limita el número de habitaciones que pueden tener los establecimientos ya existentes si son reformados. Por eso, los hoteleros barceloneses aseguran que implica un incremento de los precios en obstaculizar la oferta y un traslado de inversiones a otras ciudades como Madrid o Málaga.
De hecho, un reciente informe publicado de la consultora Colliers aseguraba que, mientras Madrid empezó el año 2023 con 33 proyectos hoteleros en marcha, Barcelona solamente tenía 13. La inversión en el sector lujo se ha reactivado en los últimos meses en la ciudad condal, pero durante los años en los que ha estado activa, la moratoria ha impedido la apertura de establecimientos como un Four Seasons proyectado en el paseo de Gràcia o el Gran Hyatt en Glòries.