Moderna da el primer paso para vender su vacuna del coronavirus en Europa
La Agencia Europea del Medicamento da su primera aprobación a Moderna para que solicite la comercialización de la vacuna en el continente
La farmacéutica estadounidense Moderna ha dado un paso de gigante para lanzar su prototipo de la vacuna contra el coronavirus en Europa. La Agencia Europea del Medicamento ha autorizado a la compañía para que solicite la comercialización del antígeno en el continente.
Se trata de un requisito imprescindible para entrar de lleno en la carrera de la vacuna en el seno de la Unión Europea, que ya ha reservado millones de dosis de otras farmacéuticas como Astrazeneca, Sanofi o Johnson & Johnson, antes de que finalicen los ensayos clínicos.
Moderna deberá presentar ahora algunos de los resultados obtenidos en las pruebas que realiza su equipo de científicos. El ensayo se encuentra actualmente en la fase tres, en la que participan cerca de 30.000 voluntarios para medir su eficacia. Más de 22.000 ya han recibido la segunda inyección de la vacuna.
Moderna prepara una red de producción para distribuir la vacuna en Europa
La compañía mantiene un pulso directo con Pfizer para convertirse en la primera farmacéutica que lanza la vacuna del coronavirus en Estados Unidos. Sin embargo, también quiere extender su red a través de los países europeos.
Por eso, ha comenzado a trabajar de la mano del laboratorio Rovi, en España, y de la compañía Lonza, en Suiza, para preparar el terreno para la fabricación y suministro masivo de la vacuna. Una colaboración con la que quieren hacer frente a los problemas logísticos que representa la distribución masiva de una vacuna.
“Estamos comprometidos con el desarrollo de una vacuna eficaz siguiendo la orientación de los organismos reguladores y continuaremos nuestro diálogo continuo con la EMA”, ha afirmado irector general de Moderna, Stéphane Bancel, según ha recogido Europa Press.
Moderna planea distribuir su vacuna en marzo
Moderna tiene en mente tener disponible su vacuna para el primer trimestre del 2021, después de haber superado todos los ensayos. Será entonces cuando soliciten la licencia definitiva para administrar el antígeno en Estados Unidos y en Europa.
Antes, tendrán que superar alguno de los problemas que están detectando durante la investigación. La falta de participantes de minorías étnicas en los ensayos es una de las mayores dificultades a las que se están enfrentando para demostrar que el prototipo es efectivo a nivel universal. Solo un 7% de los voluntarios son negros.