Moderna admite falta de voluntarios de minorías étnicas en los ensayos de su vacuna

Moderna se ha tropezado con un bache en el sprint final de la carrera por la vacuna contra el coronavirus. Un día después de que la farmacéutica estadounidense anunciara que a finales de noviembre estará lista para solicitar la aprobación de emergencia -semanas más tarde de lo que tiene previsto Pfizer-, los contratistas privados encargados de reclutar voluntarios para el ensayo han confirmado una mala noticia: no han logrado captar suficientes participantes de minorías étnicas para determinar la eficacia de su antídoto.

Así lo han asegurado este martes altos cargos de la farmacéutica e investigadores que forman parte de las investigaciones a Reuters. El laboratorio no ha tenido problema para llegar a los 30.000 voluntarios requeridos, pero en su mayoría son blancos. Hasta el 17 de septiembre tan solo un 7% de los participantes eran negros, pero esta cifra debería alcanzar el 13% para reflejar la población real de los Estados Unidos.

Hasta el 17 de septiembre tan solo un 7% de los participantes eran negros

Durante las últimas semanas Moderna ha declinado entrar en detalles sobre este asunto y solo ha apuntado que ha aumentado el número de voluntarios negros respecto al verano.

A finales de agosto, tres semanas más tardes de haber comenzado la tercera y última fase de los ensayos clínicos, Nelson Michael, director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed, reveló en declaraciones a la CNN que la Junta de Monitoreo de Seguridad de Datos podría ralentizar la prueba si no conseguía la variedad necesaria entre el voluntariado.

Y señaló que, en el caso de que no sea posible aumentar el número de minorías, el grupo de expertos que supervisan el ensayo podían retrasar la investigación de Moderna obligándole a reclutar a más participantes.

¿Por qué es necesaria la inclusión de minorías?

Tanto la ley federal como la política de los Institutos Nacionales de Salud  exigen la inclusión de minorías en los ensayos clínicos por dos motivos principalmente. 

En primer lugar, las vacunas y los medicamentos pueden tener un efecto diferente en negros y blancos, por lo que el ensayo debe contar con ambos grupos para determinar la eficacia y seguridad.

Es necesario buscar sujetos de estudio que tengan más probabilidades de entrar en contacto con el virus en su vida diaria

Y, por otro lado, para garantizar el éxito un número significativo de voluntarios debe estar en alto riesgo de infección. Hay que buscar sujetos de estudio que tengan más probabilidades de entrar en contacto con el virus en su vida diaria. La CNN destacó que esto incluye, por ejemplo, al personal sanitario y a las minorías que en su día a día tienen contacto con diferentes personas o que viven en hogares multifamiliares, entre otros factores

Por lo tanto, de no conseguir la variedad necesaria, esta vacuna podría generar desconfianza entre las comunidades de color y la industria farmacéutica “tras años de infrarrepresentación en la investigación farmacológica, atrocidades en experimentos médicos sin consentimiento y desigualdades socioeconómicas y de acceso a los servicios sanitarios”, dicen los expertos en vacunas consultados por el citado medio.

El ritmo de contagios de Covid-19 es tres veces mayor en personas negras

El ritmo de contagios entre esta comunidad es casi tres veces mayor que entre los estadounidenses blancos, teniendo el doble de probabilidades de morir por causa del virus, según un informe de la Liga Nacional Urbana.

El doctor Paul Evans, consejero delegado de Velocity Clinical Research en Durham, una de las empresas contratas por Moderna para probar la vacuna asegura a Reuters que la captación de voluntarios de diversos orígenes es “notoriamente difícil” en cualquier ensayo clínico. “Si hay un problema con el reclutamiento de minorías, que lo hay, no se puede solucionar de la noche a la mañana”, concluye.