Milei anuncia un feroz ajuste al asumir la presidencia de Argentina

El mismo día que Argentina cumplía 40 años de la recuperación de la democracia el ultralibertario Javier Milei asumía la presidencia del país con un discurso que osciló entre los llamados a la esperanza y los anuncios de fuertes ajustes para contener la inflación desbocada y la grave crisis socio económica.

Tras recibir la banda y el bastón presidencial del mandatario saliente, Alberto Fernández (con un semblante tan serio como el de la exvicepresidenta Cristina Fernández) Milei rompió con la tradición de dirigirse al Congreso para agradecer y prefirió dar su discurso ante sus seguidores que esperaban en el exterior, un calco de las ceremonias de la Casa Blanca.

Críticas a la administración kirchnerista

Milei no ahorró críticas al gobierno kirchnerista que estuvo cuatro años al frente del país, que excepto el período de Mauricio Macri de fines de 2015 a 2019, tuvo las riendas del poder desde 2003; al que deja con una inflación interanual del 142,7% y un índice de pobreza que supera el 40%.

“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros. El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI”, ha afirmado.

“No hay alternativa al ajuste”

“El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación”, que el nuevo presidente ha asegurado que “viaja a un ritmo que oscila entre el 20 y el 40%”.

Por ello, ha anunciado, “no hay plata (dinero)” y “no hay alternativa al ajuste y al shock”.

El gobierno del kirchnerista Alberto Fernández ha dejado una inflación del 142% interanual

Sin dar demasiados detalles, Milei ha adelantado que la solución “implica un ajuste fiscal en el sector público fiscal, que caerá sobre el Estado y no sobre el sector privado”.

La filosofía económica de Milei se sintetiza en la reducción del Estado a su mínima expresión, donde en la campaña no dudó en alabar los sistemas de salud y de educación privados como ejemplos de eficacia o en cerrar el Banco Central (equivalente al Banco de España).

Un presidente sin estructura partidiaria

Milei tendrá la dura misión de gobernar un país en crisis sin una estructura partidaria: su partido La Libertad Avanza tiene solo 38 diputados sobre un tota de 257 y 7 senadores sobre 72. Ningún gobernador de las 24 provincias argentinas pertenece a su agrupación y tan solo consiguió tres alcaldías de 1.298.

Para poder sacar adelante sus leyes tendrá que negociar con los demás partidos, donde Juntos por el Cambio ya ha prestado algunos ministros (como la excandidata presidencial Patricia Bullrich).

Sin embargo, se espera una dura oposición por parte del kirchnerismo, que a pesar del descrédito de sus dirigentes cuentan con un importante aparato de movilidad social, a los que se suman los sindicatos que tradicionalmente han estado encolumnados bajo las banderas del peronismo.

A ellos se dirigió cuando en su discurso ha dicho “El que corta las calles no cobra. Un país que dentro de la ley permite todo, pero fuera de la ley no permite nada”.

De todas maneras, ha advertido a sus seguidores que vendrán meses duros: “Sabemos que en el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestros esfuerzos habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo”.

Llamado a la esperanza

A pesar de los anuncios de ajustes y recortes (cabe recordar que el símbolo de su campaña era una motosierra), Milei ha dicho que este 10 de diciembre “comienza una era de paz y prosperidad, una era de libertad y progreso”. “Hoy termina una larga era de declive y comenzamos la reconstrucción del país”, agregó.

Y como suele terminar sus discursos proclamó “¡Viva la libertad, carajo!”, frase que también estampó en el libro de honor del Congreso.

Presencias y ausencias de la ceremonia

En su asunción participó el rey Felipe VI pero ni el presidente Pedro Sánchez ni ningún ministro representó a La Moncloa, tarea que recayó en el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo.

El líder de Vox Santiago Abascal viajó expresamente para la ceremonia, y el día anterior mantuvo una reunión de 40 minutos con Milei.

Entre los mandatarios regionales, las ausencias más notorias fueron las del presidente brasilero Lula da Silva, así como del mexicano Andrés López Obrador y el colombiano Gustavo Petro.

Entre los presentes, destacó la llegada de Volodmir Zelensky, en el primer viaje del presidente de Ucrania a Latinoamérica.

También participaron los mandatarios de Chile, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Bolivia; mientras que por parte de EEUU viajó Jennifer M. Granholm, secretaria del Departamento de Energía, un símbolo del tipo de interés que tiene la Casa Blanca en el nuevo presidente.