Mas sacrifica Convergència y convocará elecciones sin tener una lista unitaria
Junqueras acepta que el President se arrope de personalidades de la sociedad civil para que los comicios sean en marzo
El President Artur Mas quería llegar hasta el final de la legislatura. Tras la suspensión de la consulta del 9N por parte del Tribunal Constitucional, el mandatario catalán consideró que el resto de las fuerzas políticas soberanistas le debían demostrar que querían una lista unitaria de todo el bloque independentista para que se decidiera a convocar elecciones.
Y eso no ha ocurrido. Esquerra se presentará con una lista propia.
Sin embargo, Mas, superado por su propio proyecto soberanista, convocará elecciones, previsiblemente en marzo, antes de las elecciones municipales, con una lista repleta de miembros de la sociedad civil, como había pensado en primera instancia, sacrificando a su propio partido, Convergència Democràtica, que, pese al discurso oficial, asiste con perplejidad ante la nueva situación. Y algunos de los históricos dirigentes se asombran de que Mas haya llegado tan lejos, sin tener ninguna garantía de éxito, y truncando el instrumento político –la representación de un espacio ideológico durante más de 30 años– en beneficio de un hipotético camino a la independencia.
Esquerra se presentará en solitario
Esquerra Republicana ha ofrecido este viernes el permiso definitivo, al constatar que Mas estaba dispuesto a seguir adelante en cualquier caso. La secretaria general, Marta Rovira, ha asegurado que los republicanos están de acuerdo en que Mas lidere una lista con personalidades del mundo soberanista, para que las elecciones sean en marzo.
ERC, sin embargo, no renuncia a hacer lo propio, aunque se admite que el grueso del colectivo de la sociedad civil está con el President, y que éste podría apropiarse de la bandera de la unidad, con un perjuicio electoral para la formación que lidera Oriol Junqueras.
Las tres propuestas de Mas y la reunión con las entidades
Mas había presentado esa solución como una de las tres alternativas posibles, en una carta enviada al propio Junqueras, y, después de una reunión de última hora, en la noche del jueves, con representantes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, y la Asociación de Municipios por la Independencia.
La primera idea era constituir una candidatura unitaria del bloque soberanista, aunque con la salvedad de la lista que pudiera constituir la CUP. La segunda propuesta era convocar elecciones en otoño, con listas separadas, y aprovechar ese tiempo para elaborar una Constitución catalana. Y la tercera una síntesis con la propuesta de Esquerra, que pasa por esa lista con independientes.
Pendiente la hoja de ruta para el día después de las elecciones
«Estamos de acuerdo en celebrar las elecciones en marzo y nos parece bien que el presidente Mas concurra a ellas con una lista transversal», ha asegurado la número dos de los republicanos, Marta Rovira. Ahora quedará un fleco no menor y es establecer una hoja de ruta común para saber qué pasará el día después de las elecciones.
Para Mas se abre otro problema. CiU tiene 50 diputados en el Parlament. Con la entrada de independientes, y de miembros de esa sociedad civil soberanista, y con el pronóstico de las encuestas, que otorgan a la lista de Mas entre 35 y 40 diputados, el sacrificio de la militancia convergente será enorme. No más de 22 o 25 diputados serían de CDC, al margen de cómo se constituya después el Govern, con la posibilidad de decidir un Govern de concentración con ERC.
La ruptura de CiU, y la decisión de Duran
El otro gran escollo es saber qué solución encontrarán Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida para el futuro de la actual federación nacionalista. La dirección de Unió quería agotar la legislatura. Y el propio Duran ha rechazado de forma reiterada ir a unas elecciones con la defensa de la independencia.
Algunos miembros de Unió, sin embargo, están dispuestos a acompañar a Mas en esta aventura, con lo que la ruptura de CiU podría ser inminente.