Mas forzará la ruptura interna de Unió con su lista soberanista
Duran Lleida no seguirá al President y podría arrastrar con él sólo a una parte del partido democristiano
El President Artur Mas está convencido de que la única salida es convocar elecciones con una lista unitaria por la independencia. Las diferencias con Esquerra Republicana, reflejadas en la conferencia que ofreció Oriol Junqueras el pasado martes, se podrían salvar.
Los dirigentes de Convergència, que han encontrado el apoyo de miembros de la sociedad civil –especialmente de la Asamblea Nacional Catalana— están convencidos de que se podrá llegar a un acuerdo. Pero, aunque no se produjera, Mas quiere seguir adelante, dejando también en la cuneta a una parte de Unió Democràtica.
Duran Lleida ya no representa todo su partido
Los democristianos han quedado en un segundo plano en las últimas semanas. El acuerdo del bloque soberanista parte de una premisa: Convergència y Esquerra deben entenderse, con el concurso del tejido asociativo, como la propia ANC, Òmnium Cultural, o profesionales de distintos ámbitos que han remado por el derecho a decidir. Pero, ¿y Unió?
El partido que sigue liderando Josep Antoni Duran Lleida no ha sido un obstáculo para el proyecto de Artur Mas. Una buena parte de Unió se declara independentista y Duran ya no representa al conjunto de su militancia y de sus cuadros.
Un congreso extraordinario para dirimir el futuro
Hasta hora, Duran, con sus periódicos reproches a la evolución del llamado proceso soberanista, y críticas nada veladas a Esquerra Republicana, ha ido superando las distintas etapas. Pero la decisión podría ser ya inmediata. Artur Mas lo sabe. Convergència lo espera. Y Unió ya se prepara para ello.
Un dirigente de Unió admite que el partido «deberá convocar en breve un congreso extraordinario, o un consejo nacional para orientar el futuro». Porque, si Mas prepara esa lista, ¿qué porcentaje de dirigentes y cuadros de Unió querrá seguirle?
En búsqueda del centro político
Algunos, los más veteranos, tienen muy claro que ya no traspasarán la línea. Y que deberían o dejar la actividad política, o buscar un nuevo espacio político. Duran lo está intentando, con su plataforma Construïm. La operación, por ahora, no ha obtenido sus frutos. Pero nadie en Unió descarta que Duran pueda lograr apoyos para, con las siglas del partido o sin ellas, preparar una fórmula electoral alternativa.
El hecho es que Mas podría cuadrar el círculo con su proyecto iniciado con las elecciones anticipadas de 2012: erosión de Convergència, agravada con el caso Pujol; ruptura interna y declive inexorable del PSC; y ruptura interna de Unió. Eso es lo que le reprocha la vieja guardia de Unió, que lamenta que el centro político en Cataluña haya desaparecido.
El consejo nacional previo al 9N
El secretario general de Unió es Ramon Espadaler, conseller de Interior del Govern. Espadaler es un dirigente de Duran, respetado en el partido, pero sin un peso determinante como para llevar consigo a la mayoría de los democristianos.
La realidad de Unió se comprobó en el último consejo nacional, cuando, en vísperas de la consulta del 9N, Duran se vio en la obligación de asumir un acuerdo previo entre la propia dirección para no orientar a los militantes y electores hacia el sí-no. Esa era la respuesta que quería ofrecer Duran, un ‘sí’ al estado propio, pero un ‘no’ a la independencia en la segunda pregunta. No pudo ser, porque la mayoría en el consejo nacional de Unió, con el apoyo del secretario de Universidades, Antoni Castellà, se decantaba por el sí-sí.
Mas defiende abiertamente la independencia
Al final, se llegó a la conclusión, con un acuerdo gestionado por Espadaler, de que lo mejor era no pedir nada. Y eso significó tanto como decir que Duran ya no podía orientar a Unió.
La clave será el programa electoral de CiU en las posibles elecciones anticipadas. Pero Mas ya ha fijado, en su conferencia sobre la hoja de ruta tras el 9N, que las ambigüedades se han acabado y que será una lista, unitaria o no, por la independencia, con el objetivo de iniciar la construcción de estructuras de estado si se consigue una mayoría absoluta del independentismo.
La cuestión es que, por ahora, esa división interna no se ha producido en Convergència, aunque una parte nada despreciable de su dirección y de sus cuadros sigue sin ver claro el camino escogido por el President Mas.