Mas quiere convertir el 27S en un plebiscito sobre sí mismo
El President espera el resultado de las municipales, pero desea que las elecciones al Parlament definan su futuro, el de CiU y el de Cataluña
Artur Mas lo sabe. Sus críticos le reprochan que no es un político al uso. Asegura desde hace meses que se ha limitado a «acompañar» a la sociedad catalana partidaria del proceso independentista. Y lo que comenzó como un proyecto para provocar que el Gobierno central ofreciera una respuesta, –inexistente– se ha convertido en un camino muy espinoso, con una enorme incertidumbre.
Por ello, el President de la Generalitat no quiere alargar la situación: o existe una clara mayoría soberanista el 27 de septiembre, o abandonará su carrera política, responsabilizándose de todo el proceso. Con ello, sin embargo, Mas trata de convertir las elecciones, no en un plebiscito sobre la independencia, sino sobre él mismo.
Una pérdida de apoyos paulatina
Mas lo apuntó este miércoles en una entrevista en Ràdio Estel. «La caducidad de mi carrera política la decidirá en primer lugar la gente el próximo 27S», aseguró, con una referencia directa a los resultados de las elecciones británicas, en las que acabaron dimitiendo los líderes del Partido Laborista y del Partido Liberal Demócrata, Ed Miliband y Nick Clegg, respectivamente, tras la victoria por mayoría absoluta del conservador David Cameron.
Lo que ocurre es que Mas ya ha comprobado la importancia de los votos. Y, a pesar de ganar las elecciones, tras adelantarlas en noviembre de 2012, él mismo perdió 12 diputados, al frente de CiU, en unos comicios que ya se plantearon sobre su persona. Y los distintos sondeos muestran una pérdida paulatina de votos, con Ciudadanos, ahora, como un rival inesperado.
El factor Barcelona
El President Mas considera que ahora no hay vuelta atrás, a pesar de que dirigentes de CiU le han pedido que reflexione, tras las municipales, y que lo analice todo con calma con la ayuda de estudios demoscópicos. Desea convocar las elecciones, tal y como se comprometió, para el 27 de septiembre. Y que «el pueblo catalán» decida si debe continuar o no.
Los resultados de las elecciones municipales de este domingo, sin embargo, podrían variar los planes de Mas. Pero todo estará en función de lo que ocurra en el Ayuntamiento de Barcelona. Con un nuevo mapa en toda España, con la aparición de partidos como Podemos o Ciudadanos, que serán cruciales para formar mayorías de gobierno en comunidades autónomas y ciudades, –del cual Cataluña no se mantendrá al margen– Barcelona será la clave.
¿Agotar la legislatura y otro candidato?
¿Qué quiere decir? Los dirigentes de CiU lo admiten. Consideran que el mapa municipal en la noche del domingo podría ser muy similar al actual, –CiU es la primera fuerza municipalista en todo el territorio– y que «todo podría cambiar si la lista de Xavier Trias no es la más votada».
Esa sería la línea roja, lo que podría llevar a Mas a aplazar los comicios del 27 de septiembre. Quienes sostienen esa posibilidad, en el seno de CiU, añaden que el President debería también justificar su decisión con el pago de un alto precio, que él está dispuesto a pagar: la renuncia a volver a presentarse en unas próximas elecciones.
Legalmente, podría agotar la legislatura, hasta noviembre de 2016. Y, en ese lapso, debería ser Convergència, y Unió –sometida a un enorme desgaste por la hoja de ruta soberanista– los partidos que decidieran su propia continuidad y la elección de un candidato.
En ese estado anímico llega CiU a las elecciones de este domingo.