Alarma en CiU: pierde más apoyos hacia Ciudadanos que hacia ERC
El partido de Albert Rivera es ahora atractivo para los electores nacionalistas más moderados, mientras Duran Lleida sigue pensando si pone en marcha Construïm
Un dirigente de Convergència lo explica con cierta gracia. «Duran Lleida ya tarda, el partido que quiere crear ya existe». Y es que Ciutadans, en Cataluña, Ciudadanos en el resto de España, está logrando un ascenso fulgurante a costa de muchos potenciales electores, pero en una proporción nada despreciable de Convergència, que ha comenzado a encender todas las luces de alarma. Pierde apoyos a favor de Esquerra, que, a su vez, pierde en beneficio de las CUP, y pierde en favor de Ciutadans, que ha experimentado un curioso fenómeno.
El partido de Rivera aumenta en Cataluña porque puede ser determinante en España. Es decir, es un juego de espejos, según los expertos consultados. Al ver el ciudadano catalán que Ciudadanos puede ser útil en España, el apoyo es mayor en Cataluña, porque se llega a la conclusión de que puede tener poder para influir y gobernar. Y eso para CiU puede ser letal.
Ciutadans, como alternativa en Cataluña
Los últimos sondeos, los de la empresa Gesop, y los de Feedback, para El Periódico, o La Vanguardia, respectivamente, han ido mostrando en los últimos meses esa constante. Ciutadans se ha encaramado a la tercera posición, muy cerca de la segunda, que sería Esquerra, aunque, según varias fuentes, el aumento podría ser mayor a lo que muestran las encuestas que se exhiben, previamente cocinadas en función del recuerdo de voto, y la experiencia previa.
Ciutadans, incluso, podría ganar las elecciones catalanas del 27 de septiembre.
Los moderados de CiU, hacia Ciutadans
El partido de Rivera sigue avanzando a costa del PP, pero en los últimos meses también en perjuicio de CiU. Según Feedback, que es la empresa que ha trabajado en los últimos tiempos para Convergència, el trasvase de votos de la federación nacionalista hacia Ciutadans podría ser superior a los 80.000 votos.
A Esquerra se le van menos, unos 40.000 votos. Es decir, los moderados de CiU prefieren ya el partido de Rivera, ante la falta de otra oferta, que es la que querría Josep Antoni Duran Lleida, con Construïm, su plataforma que ha registrado como partido político, y que no se atreve a sacar definitivamente del armario.
Recetas más digeribles para CiU
Todo confluye hacia un reequilibrio de fuerzas en Cataluña. Ciutadans, un partido que nació para ser muy beligerante con la normalización lingüística en catalán, muestra ahora otra cara: apuesta por una consulta para que en las escuelas se ofrezcan asignaturas en catalán, castellano e inglés, en una proporción similar, con la intención de desmontar el cansino debate que representa para buena parte de la sociedad catalana.
Esas recetas comienzan a gustar en una parte del electorado de CiU, aquella que sigue sin apostar sin fisuras por la independencia.
Rivera, en Sitges
El Cercle d’Economia ha invitado a sus jornadas económicas en Sitges a Albert Rivera, para que presente su «análisis y propuestas para la próxima legislatura». Es la primera vez que lo hace, y supone un golpe de efecto, porque en Sitges estará una nutrida representación del empresariado catalán, el que ha dado apoyo a CiU en las últimas décadas.
Convergència, cuya dirección, sin embargo, sigue defendiendo el proyecto soberanista, comienza a ver las cosas con otros ojos. La relación con Unió se ha reorientado. «La confección de las listas municipales esta vez ha sido mucho más fácil que en otras ocasiones», se asegura.
El problema de Duran
Duran es consciente de ello, pero tiene un problema que debe resolver en el seno de Unió Democràtica, cuya militancia deberá votar el 14 de junio sobre la hoja de ruta soberanista. Si Duran y la dirección que lo apoya pierde esa votación, –aún no se ha redactado la pregunta– el líder de Unió estará tentado para liderar Construïm.
Varias fuentes sostienen que el partido de Duran, que no ha acabado de reunir a dirigentes de la sociedad civil relevantes, podría alcanzar unos cuatro diputados en solitario en el Parlament. Pero para eso, se argumenta, «ya está Ciudadanos».
CiU, por tanto, ha comenzado a analizar con detalle todos los pasos de Albert Rivera. Puede ser ya un adversario directo, con capacidad de negociar en Madrid. Como CiU, pero la CiU de hace unos años.