Mas ofrece a ERC los presupuestos de 2015 sin concretar 2.500 millones
Mas-Colell admite que en las cuentas se incorporarán reivindicaciones al gobierno central de partidas que no están aseguradas
Más difícil todavía. El Govern que preside Artur Mas quiere constatar que hace los deberes, aunque no sirvan de mucho. Y este martes aprobará y presentará en el Parlament los presupuestos de 2015, con una serie de partidas que no tendrán concreción. El desfase entre ingresos y gastos podría superar los 2.500 millones. Para Mas se trata de un gesto político de primer orden para blindar la mayoría soberanista junto a Esquerra.
La estrategia incluye esa astucia de la que hace gala el president Mas en las últimas semanas, la que le permitió celebrar la consulta del 9N, pese a estar suspendida por el Tribunal Constitucional. La astucia, esta vez, es elaborar un presupuesto e iniciar una negociación con «todos los grupos», como aseguró la portavoz de Convergència, Mercè Conesa, aunque el primer objetivo es acercar posiciones con Esquerra.
Y, mientras dura esa negociación, Mas buscará la lista unitaria con ERC y el bloque soberanista antes de convocar elecciones.
Mas irá a la conferencia de Junqueras
Es decir, si Mas tiene la lista unitaria convocará elecciones, que podrían llegar a finales de febrero o principios de marzo. En ese lapso, los presupuestos ya podrían estar aprobados. Pese al rechazo de Esquerra, reiterado en varias ocasiones en las últimas semanas, CiU insistirá en contar con los republicanos.
Si el acercamiento tiene éxito, una mayoría soberanista podría gobernar, tras los comicios, con las cuentas de 2015. Para facilitar las cosas, Mas acudirá este martes a la conferencia de Oriol Junqueras, en la que el presidente de ERC se pronunciará sobre la lista unitaria.
CiU tiene algunas posibilidades, o el acuerdo con ERC, o la abstención de dos grupos, de los republicanos y del PSC. La otra opción sería prorrogar las cuentas, con la aprobación de un crédito extraordinario, y ver qué sucede.
Un presupuesto político
Porque otra cosa es saber en qué consistirá ese presupuesto. El conseller Andreu Mas-Colell admite que, con el nuevo objetivo de déficit para 2015, del 0,7%, –en 2014 es del 1%– será imposible cuadrar las cuentas. Y pedirá, reflejado en el presupuesto, partidas por parte del Gobierno que no están aseguradas.
Mas-Colell se niega a reducir el gasto, después de una reducción del 20% en todos los departamentos desde 2010. Ese gasto supondría unos 23.000 millones de euros. El Govern, además, desea recuperar la paga extra de los funcionarios, otro acicate para lograr el apoyo de ERC o la abstención del PSC.
En cualquier caso, Mas sabe que se lo juega todo a ese objetivo de la lista unitaria. El presupuesto servirá para dejar claro que es el gobierno central el que ahoga las finanzas de la Generalitat, y que, por tanto, el proyecto político que defiende debería tener éxito.
Pero si eso es así, y si el gobierno central no reacciona, las finanzas de la Generalitat podrían quebrar en pocos meses.