Mas convence a Junqueras: lista conjunta o no hay elecciones el 27S
El President tenía un acuerdo inicial con la ANC que se cumplirá, él de cuarto y el líder de ERC de quinto en la candidatura unitaria
Lo ha conseguido, es cierto. El President Artur Mas ha utilizado todas sus armas. Y la más importante es que él es el único que puede convocar unas elecciones al Parlament.
En el último tramo decidió reabrir la cuestión de la lista conjunta, con una propuesta-trampa en la que, a pesar del rechazo inicial de Esquerra, ha caído el líder republicano, Oriol Junqueras.
¿Por qué? Por lo que algunos dirigentes independentistas entienden que ha sido un «chantaje»: Mas le dejó claro a Junqueras, en sus últimas reuniones, que o aceptaba la lista conjunta o no convocaría las elecciones el 27 de septiembre, según las fuentes consultadas.
Desde el punto de vista de Mas es una operación lógica. Primero, su partido, Convergència, ya no no suma. Pero, principalmente, se trata del convencimiento personal del President de que no hay otra fórmula que pueda garantizar el éxito del bloque soberanista en los comicios, después de comprobar cómo se está articulando el frente de izquierdas, que impulsan Iniciativa per Catalunya y Podemos.
El golpe de Molins de Rei
Pero para los republicanos se trata de una trampa justo antes de los comicios, que rompe el acuerdo inicial entre Mas y Junqueras de enero de 2015. Entonces se decidió que no habría listas conjuntas, y que se trataría de consensuar algunos puntos concretos sobre la hoja de ruta en los programas respectivos de los partidos soberanistas.
Mas decide el 20 de junio, en Molins de Rei, reabrir ese debate, consciente de que tiene un gran resorte: si las cosas se ponen mal, no convoca elecciones, y trata de aguantar al frente del Govern.
La legislatura no se acabaría hasta noviembre de 2016, y en ese lapso ya encontraría otros posibles socios de gobierno en el Parlament, con la ventaja de que podría conocer el nuevo mapa político en España, tras las elecciones generales de finales de este año.
Mas, de cuarto en la lista, y Junqueras de quinto
Cuando Mas se decide en Molins de Rei ya tiene pensada la estrategia, en la que la ANC tiene un papel central. La entidad soberanista, transversal, y muy mediatizada por CDC y ERC, aprobaba una primera idea que se ha hecho realidad: Mas iba de cuarto y Junqueras de quinto en la lista, como se dará a conocer en las próximas horas y como apuntó Economía Digital. En los tres primeros puestos, estarán miembros de la sociedad civil, con la posibilidad de que, finalmente, sea o bien Jordi Sànchez, presidente de la ANC, o Carles Viver Pi-Sunyer quienes lideren la candidatura.
Esquerra rechazó esa propuesta. Fue el propio Oriol Junqueras quien el 1 de julio proponía como alternativa una lista sin políticos. Pero ha acabado cediendo. No podía, esta vez, aparecer como el responsable de que no hubiera elecciones. Y la verdad es que ese es el escenario que Mas había dibujado desde hace meses: constatar que si la operación fallaba sería culpa de los republicanos.
Acelerar el proceso
Ahora bien, de la necesidad virtud. Según fuentes consultadas, tanto de Convergència, como de ERC, la candidatura unitaria, con Mas y Junqueras, puede resultar exitosa, aunque en Esquerra no todos sus dirigentes la comparten. En Esquerra se entiende que puede ser la manera de acelerar el proceso, porque la lista implica un gobierno de coalición, con Mas de President –tendría más vidas que un gato—y con Junqueras de vicepresidente.
Este miércoles, en el Parlament, se oficializará de forma solemne el acuerdo. Mas lo ha conseguido, forzando la máquina, porque sólo él puede convocar el 27S. Hasta el último momento sopesaba esa posibilidad, tras escuchar, desde hace meses, a algunos dirigentes de CDC, que le pedían que aguantara hasta conocer los resultados de las elecciones generales.
Y el hecho es que podrá hacerlo, como President, de nuevo, de la Generalitat, porque con la operación de la lista unitaria se garantiza, al margen de la hoja de ruta soberanista, que podrá seguir gobernando, a no ser que el frente de izquierdas logre la potencia necesaria para obtener una mayoría alternativa. Podrá comprobar qué pasa en la Moncloa desde la Generalitat.