¿Mártir? Quim Torra calcula su desobediencia ante el TSJC
Quim Torra no será detenido aunque no se presente al juicio en el que se juega una pena de 18 meses de inhabilitación
Quim Torra no asistirá al juicio en el que se le juzgará por desobediencia. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha programado la vista oral para los días 25 y 26 de septiembre, que casualmente coinciden con el debate de política general en el parlamento catalán. Aquellos dos días, el presidente de la Generalitat estará en el Parlament.
Se trata de una estratégica calculada. Torra y sus abogados saben que, aunque no se presente a juicio, no será detenido. La policía no irá a buscarlo a su despacho del palacio de la Generalitat.
Tal como señaló el diario Ara, aunque Torra no acuda al juicio, la vista oral no tiene porqué suspenderse si así lo decide la fiscalía y la acusación particular, que ejerce Vox, el partido de Santiago Abascal. El artículo 786 de la ley de enjuiciamiento criminal establece que se puede celebrar un juicio en ausencia del acusado si la pena que se le solicita no supone su ingreso en la cárcel. Este es el caso de Torra.
La fiscalía pide para el presidente catalán una pena de 18 meses de inhabilitación, así como una multa de 30.000 euros por no retirar a tiempo una pancarta con el lazo amarillo del balcón de la Generalitat. Se le acusa de desobediencia a la Junta Electoral Central, que es el organismo que ordenó que retirara este símbolo durante la campaña electoral.
Predicar con el ejemplo
En su conferencia de Madrid de la semana pasada, Torra hizo bandera de la “desobediencia pacífica”. Aunque se refería a la inminente sentencia del juicio del procés, en el entorno del presidente catalán aseguran que él también será “desobediente”. Insisten en que está decidido a dar ejemplo.
Cuando la semana pasada los periodistas le preguntaron si acudiría al juicio, Torra solo aseguró que no pediría un cambio de fechas, ni al TSJC ni al parlamento catalán.
En una entrevista televisiva a El Punt-Avui el pasado fin de semana, Torra hizo algo más que insinuar que no irá al juicio. Afirmó que es hora de “plantarse”. Su entrevistador, el periodista Xevi Xirgo, director del medio, escribió en un artículo que Torra no asistirá a su juicio, “pero no porque coincida con el debate de política general sino porque ha decidido plantarse”.
Sin embargo, su plante tendrá unas consecuencias judiciales limitadas. Solo se arriesga a una pena de inhabilitación y a una multa, que no será mayor o menor por el hecho de sentarse o no en el banquillo de los acusados.
No se encuentra en la misma situación que la alcaldesa de Berga (Barcelona), Montserrat Venturós, de la CUP, que fue detenida por los Mossos por desobedecer un requerimiento judicial. Venturós plantó al juez que la citó a declarar durante la fase de instrucción, que fue el motivo de su detención, mientras que Torra cumplió con el requerimiento.
Ante la inminente Diada de este miércoles, Torra se puede presentar ante los catalanes como un mártir de la desobediencia judicial. Sin embargo, a diferencia de Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica, yo de Oriol Junqueras y los otros presos independentistas que están a la espera de sentencia, no se juega la cárcel. Solo una inhabilitación, que le permitiría regresar luego a la política aún con más fuerza.
Ataque contra los jueces
Torra ha pasado al ataque. Tal como anunció, sus abogados recusaron este lunes al presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, y a la magistrada Mercedes Armas que forman parte del tribunal que le juzgará.
En el escrito de recusación, sus abogados mantienen que “estamos ante un caso flagrante de falta de imparcialidad”. Recalcan que Barrientos se ha posicionado sobre los presos políticos, los lazos amarillos y sobre la resolución de la Junta Electoral Central por la que Torra ha acabado acusado.
Insisten en que Barrientos ha mantenido una “postura política diametralmente opuesta” a la de Torra. Incluso recuerdan que abandonó un acto porque el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, habló de “presos políticos”. En otro escrito, la defensa de Torra esgrimió supuestas irregularidades de tramitación por parte del TSJC.
Si el juicio se celebra en las fechas previstas con Torra sentado en el parlamento catalán, será su gran día. Sus asesores han preparado al detalle este escenario.