Margallo llama al PP a implicarse en el ‘conflicto’ catalán
El ex ministro de Exteriores de Mariano Rajoy reclama abordar ya ''una financiación federal'' y un blindaje en lengua y cultura en la presentación de ED Libros en Madrid
El ex ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, tiene un proyecto para España, y cree que el Gobierno no acaba de asumir el reto que tiene planteado en Cataluña. Por ello, llama al PP a implicarse en el ‘conflicto’ catalán, porque el próximo año «puede ser muy duro, tremendamente complicado si no se buscan soluciones, con el riesgo de que todo se mantenga en un empate permanente».
Margallo, comedido con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, a quien Mariano Rajoy le ha encomendado iniciar la llamada operación diálogo, pero muy claro al defender un proyecto político de envergadura, defiende «una reforma de la Constitución, con cambios importantes, que deben pasar, entre otras cuestiones, por un cambio en el modelo de financiación de corte federal».
Lo dibujó en la presentación del proyecto de ED Libros en Madrid, con la obra de Josep López de Lerma, Cuando pintábamos algo en Madrid, en el auditorio de la Fundación Diario Madrid, en un debate moderado por el periodista Miguel Angel Aguilar y con la intervención también del director editorial de ED Libros, Fèlix Riera.
Cambios profundos
Con la presencia de colaboradores y personalidades ligadas al Ejecutivo del PP, como Carlos Espinosa de los Monteros, alto comisionado del Gobierno para la Marca España, o el ex portavoz del PP en el Congreso y eurodiputado Luis de Grandes, así como el delegado del Govern de la Generalitat en Madrid, Ferran Mascarell, García-Margallo insistió en que el problema de España es que debe encontrar un camino para saber «qué es lo que queremos hacer juntos». Y, partir de esa definición desactivar a una parte del movimiento independentista en Cataluña.
Margallo, que se vio fuera del Gobierno, tras la apuesta de Rajoy por Saénz de Santamaría, cuya mano ha sido decisiva para la composición final del nuevo Ejecutivo del PP, no ve otra solución para afrontar el tema catalán que un acuerdo que recoja «una mejora de la financiación, un blindaje en las cuestiones de lengua y cultura y un mayor reconocimiento». Pero para una parte del PP, el núcleo duro, eso puede suponer seguir con la llamada política del «contentamiento». Es el mensaje que trasladó José María Aznar, a través de Faes, y que ha acabado con su salida como presidente de honor del PP.
La «responsabilidad de CiU
El ex ministro, que defendió el papel que tuvo CiU al mostrar «responsabilidad» con los diferentes gobiernos del Estado con los que colaboró –ante la atenta mirada de López de Lerma, ex diputado de la entonces coalición nacionalista—hizo un repaso histórico del catalanismo, y precisó que la anomalía en este momento que llega desde Cataluña es que la oleada soberanista, «que entra dentro del fenómeno de los populismos, a partir de la crisis económica», se produce con una Constitución en vigor, aprobada por el conjunto de los catalanes.
Sin embargo, no basta ya con la llamada Brigada Aranzadi, el conjunto de armas legales del Estado –como definió esa política el periodista Enric Juliana, presente en el acto de este jueves en Madrid—sino que es necesario actuar con propuestas concretas. Margallo dispone de esas medidas, y trabaja en ello, que recogerá en un libro, como anunció en el auditorio de la Fundación Diario Madrid.
Ese guante lo recogió el ex diputado de CiU, López de Lerma, al recordar que la apuesta soberanista en Cataluña se ha llevado por delante el mapa político catalán, con la desaparición de la propia CiU, y con el PSC diezmado, y la falta de un horizonte claro, «con una competencia feroz entre el PDCAT y ERC, que imposibilita salidas estables».
Desmontar a los independentistas
Es lo que destiló también Margallo, partidario, sin embargo, mientras no se pueda encontrar una fórmula de acuerdo, en «desmontar» los argumentos de los independentistas. «Cataluña ha recibido en fondos europeos, por ejemplo, 33.000 millones de euros, y lo que se debe decir es que no estaría mejor fuera de España, ni fuera de la Unión Europea, y que en todo este tiempo no puede decir que le haya ido mal, porque sencillamente sería falso».
El CEO del grupo de Economía Digital, Juan García, que ha puesto en marcha el proyecto ED Libros que dirige Fèlix Riera, consideró que en todo el problema de Cataluña existe también una cuestión central, y es el cuestionamiento de la eficacia de España como Estado, con estamentos que no funcionan, como la Administración de la Justicia, o la proliferación de casos de corrupción. Pero aquí Margallo cerró el paso a la idea de que España viva una situación singular: «Claro que esos casos de corrupción han afectado, pero lo que ocurre en todo el mundo es que hay un malestar por la globalización, que ha causa miedo, y hay problemas importantes en Austria, donde los dos grandes partidos que gobernaron el país no llegan al 25% de votos, de forma conjunta, o en Francia, donde los socialistas, al margen del candidato que elijan, no llegarán a la segunda vuelta de las presidenciales, o en Italia, con problemas similares en su sistema político».
Forcadell, para 2018
Lo que Margallo puso sobre la mesa es que, con reformas atrevidas, se consiga bajar la tensión. Una de ellas es la financiación, que para el ex ministro de Exteriores, y diputado del PP en Congreso, debería adoptar un carácter federal, con capacidad de actuación de las autonomías en todos aquellos impuestos que no estén armonizados en la Unión Europea. «Debe haber unos mínimos de igualdad para todos, pero si una autonomía quiere más servicios en educación, por ejemplo, que se los pague y consiga los ingresos para ello», señaló.
El ex ministro situó fuera del foco la posible inhabilitación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. «Lo de Forcadell, si sucede, no será en 2017, se dejará para 2018, pero mientras hay que actuar», señaló, sin descartar que Carles Puigdemont pueda lanzar una proclamación de independencia desde el Parlament, complicando todavía más las cosas.
Entre la operación diálogo de Saénz de Santamaría, que no se ha traducido todavía en nada, Margallo pidió este jueves un paso firme y decisivo del Gobierno, aunque él ya no esté en su seno.