Los madrileños imponen a Carmena la reforma de Botella para la plaza de España
En la consulta promovida por Ahora Madrid, los vecinos respaldan remodelar el emblemático espacio en línea con lo contemplado por la exalcaldesa popular
Se esperaban con cierta curiosidad los resultados de la consulta popular promovida por el Ayuntamiento de Madrid para saber si los madrileños aceptaban o no reformar la plaza de España. Si hubiera salido que no, el emblemático entorno se hubiera quedado tal cual está. Pero salió un sí de carácter vinculante, que obliga al ayuntamiento a proseguir con la reforma hasta el final.
Ahora, los datos recogidos en la consulta servirán de base para la del concurso internacional de arquitectura que el consistorio tiene previsto convocar el próximo junio. Se seleccionarán cinco en una primera fase y pasarán dos a la final, a finales de septiembre, sobre los que una nueva consulta popular decidirá el proyecto elegido.
Al final, se cumplimentaron más de 28.200 cuestionarios, quedando como válidos casi 27.000. Un 63% de los participantes se mostraron a favor de remodelar la plaza, por un 27% que se posicionó en contra. Al 10% le daba igual una cosa que otra. Para algunos, que solo un 1% de los madrileños decida sobre esta cuestión, parece insignificante. Para otros, los promotores, resulta suficiente para seguir adelante.
La mayoría se ha decantado por una plaza más verde, de acceso abierto, diáfano, con zona en sombra y de ocio, que se reduzca al máximo el impacto ambiental y mantener el conjunto monumental de Cervantes en su ubicación actual. Y también la mayoría, además de ver reducido el aparcamiento en superficie, también aboga por ampliar el parking subterráneo existente, favoreciendo su uso mixto.
Coincidencia entre Carmena y Botella
Curiosamente, un aspecto en el que los madrileños vienen a coincidir con una de los principales ejes sobre los que la anterior alcaldesa, Ana Botella, vehiculaba la remodelación de la plaza de España presentada en octubre de 2014.
Entonces, cuando Botella anunciaba las líneas básicas de la reforma, la presencia del grupo chino Wanda lo llenaba todo. De hecho, el holding asiático presidido por Wang Jianlin se comprometió a aportar 30 de los 90 millones de euros en los que el anterior consistorio presupuestó la remodelación.
Un dinero que Wanda pondría a cambio de garantizarse la existencia de plazas de garaje subterráneas para facilitar un acceso directo a los clientes del centro comercial de lujo proyectado en las primeras plantas del Edificio España.
Pero con la llegada del equipo de Ahora Madrid a la alcaldía y el inmediato anuncio de que la reforma de Botella no se llevaría a cabo, el asunto empezó a torcerse, quedando muy lejana la posibilidad del aparcamiento subterráneo.
Jianlin sigue deshojando la margarita
La posterior trifulca en torno a la demolición o no del emblemático edificio motivó que Wanda amagara con abandonar definitivamente el proyecto, llegando incluso a poner en venta el Edificio España. Ahora, con la posibilidad de que finalmente se lleve a cabo el aparcamiento subterráneo, el sentido de la decisión de Wanda podría de nuevo cambiar.
Aunque el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, se afanaba, durante la presentación de los resultados de la consulta, en desligar la remodelación de la plaza de España de la del Edificio España, a nadie se le escapa que la reforma del conjunto urbanístico quedaría un tanto mermada si el inmenso rascacielos sigue, como está ahora, vacío.
La baza dialogante de Marta Higueras
«El edificio es del Grupo Wanda y ellos sabrán lo que tienen que hacer, estos resultados no afectan a su proyecto», decía Calvo, para, a renglón seguido, admitir las «buenas sensaciones pese a lo publicado» con respecto al Edificio España.
Lo hacía sabiendo que esta misma semana, la vicealcaldesa en persona, Marta Higueras, se va a reunir con Laurent Fischler, el directivo que lleva los negocios inmobiliarios del grupo Wanda. Se busca que el talante negociador de Higueras sirva, en esta ocasión, para desatascar, de una vez por todas, el desaguisado en que se ha convertido esta reforma.
La alcaldesa, Manuela Carmena, confía en que la vicealcaldesa logre lo que no fueron capaces de hacer ni el concejal José Manuel Calvo ni tampoco Luis Cueto, sobrino político de la alcaldesa y coordinador general de la Alcaldía.