Las comunidades amagan con endurecer las restricciones en Navidad
Baleares impone un plan más estricto para la isla de Mallorca con reuniones de seis personas y un toque de queda a las 22.00 horas
España ha superado la fase más crítica de la segunda oleada de casos de coronavirus, sin embargo no ha logrado reducir de forma considerable el ritmo de contagios cuando restan apenas 10 días para iniciar las fiestas navideñas. La amenaza epidemiológica ha puesto en jaque el plan nacional de restricciones que algunas comunidades autónomas ya estudian endurecer para impedir los rebrotes en sus territorios.
La incidencia acumulada del coronavirus lleva semanas reduciéndose a pasos agigantados pero en los últimos días apenas se ha movido. El último informe epidemiológico la situó en una media de 189 casos por cada 100.000 habitantes. Un indicador que todavía está muy lejos de la barrera de los 25 positivos que marca el umbral de seguridad.
Los datos coinciden con el impacto de algunas celebraciones como la jornada de rebajas del Black Friday o el puente de la Constitución. Así como con una fase de relajación en las restricciones que ha favorecido la reapertura de bares, restaurantes, comercios o locales culturales en varias autonomías.
Baleares es la primera comunidad en incrementar las restricciones
Baleares ha estado en el foco de la tormenta en la última semana. Mientras los casos de Covid-19 iban remitiendo en el resto del país, el archipiélago ha experimentado un repunte que le ha puesto contra las cuerdas. En apenas una semana la incidencia se ha disparado 34 puntos, despertando todas las alarmas.
La situación epidemiológica ha llevado al Gobierno balear a endurecer las restricciones en Mallorca, donde se concentran la mayor parte de los casos. La isla ha entrado en un nivel de “riesgo extremo” y no podrá gozar del resto de beneficios durante las fiestas. Las reuniones sociales se limitarán a seis personas, menores incluidos. Mientras que el toque de queda se establecerá a las 10 de la noche, incluso para la Nochebuena.
Es la primera región que adelanta un escenario más duro que el que el Gobierno de Pedro Sánchez ha acordado para todo el país. Un plan que implica encuentros con familiares y amigos de hasta 10 participantes y la extensión del toque de queda a la 1,30 de la mañana durante las fechas clave de las fiestas.
La velocidad de contagios pone contra las cuerdas a Cataluña
La situación epidemiológica también ha puesto en duda que Cataluña pueda llegar en una situación de seguridad a la Navidad. La Generalitat se ha visto obligada a atrasar el avance de fases en su plan de desescalada que iba a concluir el 21 de diciembre con la relajación de varias medidas de movilidad, aforo y reunión para facilitar los festejos.
El Gobierno catalán no ha adelantado todavía que vaya a cambiar la hoja de ruta pero los datos epidemiológicos del lunes han demostrado que la Covid-19 sigue ganando terreno en la comunidad. La incidencia acumulada, las hospitalizaciones y transmisión del virus se han incrementado en las últimas 24 horas.
Uno de los datos más preocupantes es el de la tasa de velocidad de transmisión de la enfermedad que ha subido tres centésimas más hasta alcanzar los 0,94 puntos. Está a cuatro centésimas de superar el umbral que marca el paso a una fase de expansión de la pandemia.
Madrid no cierra la puerta a imponer nuevas restricciones
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha mantenido desde hace semanas el mantra de que hay que “salvar la Navidad”. Un objetivo que tanto el Partido Popular como Ciudadanos se han marcado para estimular la actividad económica y paliar las pérdidas que los empresarios han arrastrado a lo largo del 2020.
Tras semanas celebrando el éxito en la contención de la Covid-19, los dirigentes madrileños han empezado a mostrar sus primeros síntomas de nerviosismo. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se ha mostrado este lunes “preocupado” por la situación epidemiológica.
La región sumó el domingo 806 casos nuevos de coronavirus en sus listas y reportó el fallecimiento de 20 personas. Son siete víctimas mortales más que en la jornada anterior.
Ante este escenario, el líder de la formación naranja ha adelantado que si los contagios empiezan a subir en los próximos días “por supuesto que tomará medidas” para evitar una nueva oleada de casos positivos.
Canarias busca contener los rebrotes de Tenerife
Canarias ha sido la comunidad que mejor ha soportado la segunda oleada de rebrotes de coronavirus. Su buena situación epidemiológica le ha permitido librarse de las principales restricciones nacionales como el establecimiento del toque de queda y convertirse en el principal corredor turístico seguro del país.
Sin embargo, el archipiélago ha experimentado un alarmante incremento de casos en la última semana. La incidencia acumulada de la Covid-19 ha pasado de 89 casos por cada 100.000 habitantes a 102 en apenas siete días, mientras la Navidad está a la vuelta de la esquina.
El Gobierno autonómico está estudiando tomar cartas en el asunto con un plan de choque en la isla de Tenerife que concentra buena parte de la emergencia sanitaria. La Consejería de Sanidad notificó el domingo 325 nuevos casos, de los que 261 se detectaron en la capital.
Puig amenaza con incrementar las restricciones en la Comunidad Valenciana
Otro de los territorios que está bajo la lupa es la Comunidad Valenciana que ha sido uno de los que ha sufrido el impacto más tardío de la segunda oleada de casos de coronavirus. La región ha conseguido doblegar en la última semana el ritmo de contagios pero todavía se encuentra por encima de la barrera de los 200 positivos por cada 100.000 ciudadanos.
El presidente autonómico, Ximo Puig, ha advertido que está estudiando aplicar alguna restricción adicional si la situación se descontrola en las próximas semanas. “Si en los próximos días la situación cambia, tomaremos medidas en la Comunitat Valenciana», ha remarcado.