Las ayudas a mayores de 52 años de Pedro Sánchez, paralizadas
El Sepe paraliza miles de solicitudes de ayudas para mayores de 52 por la indefinición del decreto-ley, aprobado ya en precampaña
Las ayudas para parados mayores de 52 años, una de las medidas estrella lanzada por el Gobierno de Pedro Sánchez en sus llamados «viernes sociales», han embarrancado en cuanto se han intentado poner en práctica. ¿El motivo? Las lagunas detectados en el decreto-ley, que han obligado a paralizar miles de solicitudes del nuevo subsidio.
El problema de la falta de concreción del redactado de la norma le ha estallado en la cara al Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), que se ha encontrado con multitud de peticiones que no está claro si cumplen o no los requisitos para cobrar los 430 euros de subsidio. Ante el alud de dudas enviadas por las oficinas de empleo a las direcciones provinciales del Sepe, la dirección general del organismo, dependiente del Ministerio de Trabajo, envió la semana pasada una instrucción que llegó el jueves a las oficinas de empleo y en la que comunica la paralización de casi todas las solicitudes.
Según publica El Mundo, las únicas demandas que serán atendidas de momento son las que corresponden a los casos más claros, los de las personas que habían llegado al paro desde un empleo por cuenta ajena y que ya han agotado la prestación por desempleo.
Dudas varias
En la mayoría de casos, las peticiones congeladas corresponden a personas que no cumplían los requisitos del anterior subsidio para mayores de 55 pero sí lo hacen con los del nuevo que sustituye a aquel. Por ejemplo, no está claro si pueden beneficiarse de la ayuda aquellas personas que cumplen el requisito de haber cotizado 15 años pero que en los últimos años de su vida laboral anteriores a cumplir los 52 fueron autónomos. Tampoco se ha aclarado si puede cobrar alguien que cumpla los 15 años cotizados después de llegar a los 52 y siendo autónomo.
Hay más dudas. Por ejemplo,relativas a los que tengan 15 años cotizados pero 10 de ellos como autónomo, porque no cumplirían otro requisito, el de sumar seis años cotizados para desempleo. O a aquellos que venían cobrando la renta activa de inserción (RAI) y ahora quieren pasar al subsidio, que es más positivo porque cotiza para la jubilación y por el 125% de lo ingresado. El decreto dice que ese cambio se puede hacer, pero no especifica cómo.
El cúmulo de casos situados en ese limbo seguirán a la espera de ser resueltos hasta que el Sepe emita una nueva instrucción aclarando la forma de actuar o hasta que el Gobierno modifique la norma.
Una medida que cuesta 349 millones de euros
Las ayudas a desempleados de más de 52 años fueron aprobadas por el Consejo de Ministros el 8 de marzo y suponen una ampliación de las que ya existían para mayores de 55. El Gobierno calculó que la medida, cuyo coste se cifró en 348,7 millones de euros, beneficiaría a 380.000 personas, 114.000 más que hasta ahora.
Los beneficiarios cotizan al 125% de la base mínima, y no al 100%, como antes, y los que ya lo estaban cobrando pero solo de forma parcial porque su último trabajo no fue a jornada completa pasan ahora a cobrar la totalidad de la ayuda. Hubo más cambios: los receptores del subsidio ya no tienen que renunciar a él en cuanto puedan jubilarse de forma anticipada, con la reducción de la pensión que eso conlleva, sino que podrán percibirlo hasta que lleguen a la edad legal de jubilación.