Las 12 preguntas que usted se haría sobre la independencia de Catalunya
Economistas catalanes responden sobre si una Catalunya independiente estaría en la UE, o si debería asumir una parte de la deuda de España
Coordinado por Oriol Amat y Modest Guinjoan, el libro sobre la independencia de Catalunya que ha elaborado el Col•legi d’Economistes responde a las distintas preguntas que acaban surgiendo en todos los debates. Son 16, pero destacan estas doce preguntas con estas conclusiones. Ahora bien, como en casi todo, no hay que olvidar que siempre es la política, siempre.
¿Déficits económicos? Existe un déficit en infraestructuras del 5,5% del PIB. I el déficit fiscal es del 8% en los últimos 15 años, que representan unos 16.000 millones. Esto lo firman Oriol Martínez Alòs y Vicent Pastor.
¿Qué piensan los economistas sobre el mejor escenario para Catalunya? El estado propio lo defiende el 53,7%. Los que quieren sólo un pacto fiscal, el 19,6%; y un modelo federal, el 19,5%. Mantener el actual estado de las autonomías, el 4,5%.
¿Qué método hay que utilizar para evaluar los efectos económicos de la independencia sobre el déficit público y el PIB? Depende. Si se quiere determinar los efectos de la independencia sobre la reducción del déficit público, el método del flujo del beneficio. Si se quiere estudiar el impacto sobre el PIB, el flujo monetario. Lo firma Antoni Castells.
En la UE y en el euro
¿Es viable económicamente Catalunya? Castells asegura que “por descontado”. Esa opinión la comparte el 71,1% de los economistas colegiados encuestados. Y un 72,8% cree que una Catalunya independiente tendría un impacto positivo sobre la economía.
¿Estaría una Catalunya independiente en la UE? Tres opiniones. Francesc Granell considera que el problema es político, y que lo mejor sería trabajar desde ahora mismo en buscar que ningún miembro vetara el ingreso de Catalunya. Miquel Puig asegura que Catalunya nacería dentro de la UE. Y Antoni Castells ve dos fases diferentes: primero la UE trataría de evitar la independencia, pero presionando a España para que negocie. Y en una segunda fase, si cree que la independencia es inevitable, buscaría minimizar los daños.
¿Estaría Catalunya en el euro? Sin problema. Lo firma Jordi Galí, al asegurar que en un escenario de cooperación, cualquier coste inicial relativo al encaje económico de un eventual estado catalán con Europa y el mundo sería “insignificante, y, en cualquier caso, transitorio”. Miquel Puig sigue esa línea, y dice que el nuevo estado se mantendría en el euro.
¿Sistema financiero viable? Anton Gasol y Xavier Segura aseguran que no habrá ningún problema siempre que se esté en la Unión Europea y en el euro.
Recaudación y división de la deuda
¿Qué recaudación impositiva se tendría? Núria Bosch y Marta Espasa afirman que las ganancias fiscales de Catalunya serían de 13.889 millones de euros anuales, de media, lo que equivale a un 7,1% del PIB. En ese resultado se incluye los gastos que tendría una Catalunya independiente al asumir estructuras de estado, que ahora las presta el Estado español. Entre 2006 y 2009, si Catalunya hubiera sido independiente, se habría recaudado 49.018 millones de euros, con costes adicionales de 35.129 millones.
En las cuentas de las dos profesoras se incluye el mantenimiento del actual estado del bienestar y la Seguridad Social. Y, con ese saldo positivo se podría o bien bajar impuestos o prestar más servicios sociales.
¿Reparto de deuda y activos? Si se hace bien, claro, de forma amistosa, intercambiando activos y pasivos, asumiendo una parte de la deuda del Estado, el endeudamiento de una Catalunya independiente estaría entre un 52% o un 103%, en el mejor y en el peor de los escenarios. Esto lo firma David Ros y Roger Fatjó. Castells añade que los problemas financieros, aún contando con la eliminación del déficit fiscal, no desaparecerían de un día para otro.
Pensiones, y boicot comercial
¿Cómo pagar las pensiones? Sin problema. Núria Bosch y Marta Espasa creen que la actividad económica de Catalunya posibilita la sostenibilidad del sistema, con más cotizantes que pensionistas. Eso sí, cuentan con una tasa de ocupación similar, como mínimo, a la de 2009.
¿Boicot comercial a empresas catalanas? Xavier Cuadras y Modest Guinjoan, que han trabajado en los últimos años sobre ello consideran que podría ser importante, pero que el boicot en el mercado español siempre sería transitorio, y que se vería compensado por la eliminación del déficit fiscal. Castells añade que podría ser del 1,5% del PIB.
¿Impacto en las multinacionales? Francesc Raventós considera que “gracias a la gran diversidad sectorial” y a otros factores, “las consecuencias negativas de la independencia no serían de especial gravedad y duración”.
Eso sí, si no hay negociación amistosa con España todo lo anterior queda sin efecto.