La última amenaza: el nuevo coronavirus que aísla al Reino Unido

El descubrimiento de una mutación del coronavirus en Reino Unido ha despertado todas las alarmas en Europa. La nueva cepa llevaba presente en el país desde el mes de septiembre pero no ha sido hasta ahora cuando se ha considerado como una alerta para la salud pública internacional. Las principales potencias del continente han prohibido ya el tráfico aéreo al territorio británico para establecer un cordón sanitario que impida su expansión.

Las restricciones se han producido como una respuesta a los primeros indicios científicos sobre el impacto epidemiológico de esta versión evolucionada del virus. No se ha comprobado que sea más letal que sus predecesores, pero sí que se expande a mayor velocidad. Su transmisión es un 70% más rápida que el coronavirus original que llegó a Europa por primera vez.

La transmisibilidad ha alertado especialmente a los países más próximos al Reino Unido que temen que la expansión de la nueva cepa pueda provocar una nueva oleada de casos a las puertas de la Navidad. Bélgica y Holanda han sido los dos primeros en suspender todos los vuelos con origen o destino al territorio británico. Poco después se ha sumado Italia que no quiere que la mutación se convierta en un problema añadido a su delicada situación epidemiológica. Alemania y Austria han esperado hasta última hora de la tarde para sumarse también.

El Gobierno de España no ha querido tomar una decisión unilateral por el momento y ha emplazado a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula con der Leyen, a ofrecer una “respuesta comunitaria coordinada” para que todos los países miembros del bloque adopten las mismas restricciones.

Si los líderes europeos no toman una decisión en las próximas horas, Moncloa podría sumarse a esta corriente de suspensiones e impedir la llegada de ciudadanos provenientes de Reino Unido. Un problema añadido para los miles de jóvenes españoles que han emigrado a ciudades como Londres a trabajar y pensaban regresar a casa por Navidad.

España no es el único país que se mantiene a la expectativa de una respuesta global de la Unión Europea. Francia también han amagado con suspender el tráfico aéreo pero ha optado por postergar la decisión. El caso es especialmente flagrante en el territorio galo que tiene un intenso tráfico ferroviario y terrestre con Reino Unido a través del Canal de la Mancha.

Reino Unido admite que la cepa del coronavirus está “fuera de control”

La aparición de esta nueva variante del coronavirus ha pillado por sorpresa a las autoridades sanitarias, a pesar de que llevaba más de tres meses campando a sus anchas por el país. Ya se ha convertido en la cepa mayoritaria en todo el territorio, causante de cerca del 60% de los contagios actuales de la enfermedad.

El Gobierno de Boris Johnson activó este sábado un plan de choque para tratar de reducir al máximo las interacciones sociales para contener la rápida transmisión del coronavirus. Londres, la zona más golpeada por la nueva cepa, ha quedado bloqueada por un cierre total que se extenderá durante la celebración de las fiestas navideñas.

Las tiendas que venden artículos no esenciales, los gimnasios, los cines y las peluquerías se verán forzadas a cerrar por un periodo de dos semanas, mientras que las reuniones sociales con personas que no sean convivientes solo se podrán realizar al aire libre.

El ministro de Sanidad, Matt Mancock, ha admitido hoy que las dificultades que están teniendo para poder hacer frente a la nueva mutación. “Desafortunadamente, este virus, la nueva cepa está fuera de control. Tenemos que controlarlo y la única forma en que podemos hacerlo es restringiendo el contacto social”, ha expresado a Sky News.

¿Qué sabemos de la nueva mutación de la Covid-19?

Las mutaciones de un virus como el de la Covid-19 son un fenómeno habitual y no implican necesariamente que la variación resultante sea más peligrosa. Sin embargo, los datos preliminares apuntan a que la cepa británica se transmite con mayor facilidad. Solo en la última jornada, ha sido responsable de al menos 1.100 casos positivos en Reino Unido.

Los analistas británicos calculan que la cepa ya estaba presente en el país en el mes de septiembre, cuando se la considera responsable de al menos el 28% de los contagios que se produjeron en la ciudad de Londres, según ha publicado la cadena CNBC. Un porcentaje que no ha parado de crecer desde entonces.

El Gobierno de Boris Johnson se ha comprometido a enviar todos los datos que posee a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que trate de obtener unos resultados globales. Analistas de otros países como Bélgica también están estudiando la información de la nueva cepa para obtener sus propias conclusiones.

Hasta la fecha, no se ha demostrado científicamente que la nueva variante provoque el desarrollo de síntomas más graves que el modelo original del coronavirus. Tampoco hay una relación directa con un incremento de la tasa de mortalidad. Desde que se inició la pandemia se han detectado cerca de 12.000 mutaciones diferentes de la Covid-19 en todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a todos los países que intensifiquen su capacidad de secuenciación del virus para conocer si la mutación británica se ha extendido por sus territorios. Hasta el momento, se han encontrado casos positivos en Holanda, Dinamarca o Australia.

¿Será eficaz la vacuna contra la evolución británica del coronavirus?

La detección de la nueva cepa se ha producido cuando Reino Unido ya tenía iniciada su campaña de vacunación para inmunizar a las primeras personas de los grupos más vulnerables y al personal sociosanitario. El nuevo descubrimiento no ha alterado sus planes.

Los primeros descubrimientos de la comunidad científica apuntan a que la nueva mutación no habría alterado de forma significativa la estructura de las proteínas del virus, por lo que la vacuna será previsiblemente efectiva.

Prototipos como el que ha aprobado con éxito la farmacéutica Pfizer están desarrolladas para utilizar la tecnología del ácido ribonucleico (ARN) para desencadenar una reacción inmune en el organismo. Un proceso que no se ve alterado por este tipo de mutaciones.