La relación de Sánchez y Casado: secuencia de una emboscada
Dirigentes del PP concluyen que el Gobierno no busca ningún pacto, solo ganar tiempo y arrastrar a los populares a las posiciones de Vox
El PP ha pasado del escepticismo a la desconfianza total respecto a la voluntad de pacto de Pedro Sánchez. Las últimas maniobras del Gobierno han convencido definitivamente a los populares de que Sánchez no busca ningún acuerdo con Pablo Casado para superar la crisis del coronavirus, sino que únicamente quiere «ganar tiempo», según señalan fuentes de Génova.
La manera de comunicar el Gobierno la convocatoria de la reunión Sánchez-Casado de este jueves —a través de una rueda de prensa sin consulta previa con el gabinete del líder del PP— ha llevado a los populares a la conclusión de que el presidente solo pretende exprimir el margen que se había concedido al Ejecutivo debido al «momento excepcional». Intuyen, sin embargo, un peligro: y es que el Gobierno quiera usar el desacuerdo con Casado para igualar al PP con Vox.
Fuentes del PP consultadas por Economía Digital describen la secuencia de los Pactos de Moncloa como una emboscada.
Primero, por la negativa de Sánchez a mantener un hilo permanente de comunicación con Casado desde que comenzó la crisis del coronavirus.
Segundo, porque los socialistas se niegan a distanciarse de Unidas Podemos, una condición casi irrenunciable para que el PP de cara a actuar como salvavidas del Gobierno.
Tercero, por la forma de comunicarse del Gobierno. Sánchez tan siquiera dio a conocer a Casado el contenido del decreto de alarma a pesar de la predisposición que el PP mostró por aprobarlo. Y tampoco comunicó este martes su intención de entrevistarse con Casado el jueves, lo que, a juicio del PP, se añade a una colección de «desplantes e insultos» que la formación no está dispuesta a seguir permitiendo.
En todo caso, y a pesar de que Casado evitó este martes confirmar que acudirá a la llamada de Sánchez, fuentes del PP dan por seguro que lo hará y también que será, quizás, la última oportunidad para que el presidente del Gobierno rehaga su relación con el jefe de la oposición.
«Mi pronóstico es el siguiente: Casado irá y pondrá sobre la mesa su decálogo de propuestas para salir de esta situación junto a algunas reivindicaciones de nuestros presidentes autonómicos. Sánchez no dirá que no con el propósito de ganar tiempo y, al cabo de poco, se verá que no hay ninguna intención por parte del Gobierno de pactar nada. Hasta ahí durará todo esto», augura un dirigente del PP.
El factor Vox
Las consecuencias del pacto imposible preocupan al PP en un sentido y es que dan por hecho que la estrategia de los fontaneros de Moncloa se basará, a continuación, en hacer propaganda de que a Casado le ha movido finalmente la competencia con Santiago Abascal (Vox) y no ha querido perder fuelle en la derecha.
Casado intenta avanzarse a esta jugada y piensa llevar al día todas sus propuestas a Sánchez para subrayar que su partido ha demostrado con creces su predisposición a arrimar al hombro y que sólo ha encontrado a un presidente con la intención de ir a su aire y de no sacrificar a sus socios.
De defenderse de la previsible acusación de que el PP sigue los pasos de Vox, ya habrá tiempo. Pero el entorno de Casado recuerda que el líder del PP siempre ha acudido a la llamada del presidente del Gobierno, siempre ha realizado propuestas y nunca ha optado por la posición de Vox, consistente en pedir la dimisión de todo el Ejecutivo y en romper el hilo con Sánchez.
El Gobierno y Vox, por su parte, seguirán con su guerra no solo en el Congreso, sino también en las redes sociales, donde libran una batalla sin cuartel, aparentemente beneficiosa para ambas partes.