La OMS advierte: “La vacuna sola no acabará con la pandemia de covid”
La vacuna es el arma más poderosa contra el coronavirus, pero la OMS alerta de que por sí sola no acabará con la pandemia: "Las muerte continuarán"
El éxito de los ensayos clínicos de Pfizer y Moderna arrojan un poco de luz al final del túnel. Los datos son positivos y, desde luego, la vacuna contra el coronavirus será el arma más poderosa para poner fin a esta crisis sanitaria que ha acabado con la vida de más de un millón y medio de personas hasta la fecha. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte: las inyecciones solas no acabarán con la pandemia.
O al menos no lo harán el próximo año porque no habrá suficientes dosis para inmunizar de forma general a toda la población. «Los casos y las muertes continuarán y tenemos que ser claros en ello, pero su número estará en gran medida en nuestras manos”, aseguró este viernes Mike Ryan, director de emergencias sanitarias de este organismo.
«Los casos y las muertes continuarán y tenemos que ser claros en ello»
“Las vacunas serán un elemento importante de nuestra caja de herramientas, pero vacunas no significan cero covid porque no pueden hacer por sí solas todo el trabajo», insistió el experto. No obstante, aunque se tarde en inocular a toda la población, dar prioridad a los trabajadores sanitarios y sociales y a las personas mayores sí puede tener como resultado reducir la mortalidad y los casos de infección severa.
Según las previsiones de la OMS, en el primer trimestre de 2001 se producirán hasta 500 millones de dosis de las farmacéuticas candidatas que han liderado la carrera por la vacuna: Pfizer, Moderna y Astrazeneca. Pero de momento, ninguna de las tres ha recibido la autorización para su uso de emergencia.
Únicamente Pfizer en el Reino Unido, aunque se espera que a finales de este mes tanto la Unión Europea como los Estados Unidos aprueben el uso de los antídotos de las farmacéuticas estadounidenses. No obstante, debido a algunos errores en los primeros lotes, esta compañía tendrá que reducir su producción de este mes a la mitad: de los 100 millones de dosis previstos hasta los 50.
Los datos mejoran en Europa, pero la pandemia no se estabiliza
Ryan explicó la pandemia no se ha estabilizado pese a los esfuerzos que hacen los países en general por contenerla. Europa ha experimentado una tendencia a la baja en las últimas semanas después de haber sufrido una violenta ola de casos más graves que las de marzo y abril.
Por ello, insistió en que las medidas de prevención y las restricciones deben continuar. En concreto, recordó la importancia del uso de la mascarilla –la OMS endureció esta semana sus recomendaciones respecto a este producto- la distancia social y la higiene de manos.
«Piensen en el comportamiento que asumirán, con quién tendrán interacción porque esto puede modificar la capacidad del virus de expandirse
En este sentido, la epidemióloga y jefa de la célula técnica de lucha contra la covid en la OMS, María Von Kerkhove, pidió a la población reflexionar sobre el comportamiento que adoptará de cara a las fiestas de fin de año. «Piensen en el comportamiento que asumirán, con quién tendrán interacción porque esto puede modificar la capacidad del virus de expandirse», indicó.
Y es que, según los expertos, las decisiones individuales que la gente tome en torno a la Navidad y el Año Nuevo podrían cambiar el curso de la pandemia, para bien o para mal, en los próximos meses.
La OMS deja claro que el ARN no altera el ADN
La científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, aclaró de forma categórica que la innovadora tecnología ARN mensajero -utilizada por las vacunas de Pfizer y Moderna- no tiene «ninguna posibilidad de crear algún cambio genético en el cuerpo». El RNA mensajero contiene información extraída de la proteína del coronavirus y que llega a las células del músculo donde se inyecta.
Las células reciben entonces el mensaje de que deben empezar a producir una proteína que provoca que el sistema inmunitario cree anticuerpos. «Pero no hay ninguna manera en que el RNA pueda acoplarse a nuestro propio ADN», concluyó la científica.