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Los choques entre ERC y Junts retrasan 40 horas el desalojo de la fiesta ilegal de Llinars
Pere Aragonès afirma que se revisarán con el departamento de Interior los hechos ocurridos para evitar que se repitan
La fiesta de Nochevieja se ha alargado para algunos más de la cuenta. La rave ilegal que comenzó el pasado 31 de diciembre alrededor de las nueve de la noche del 31 de diciembre en una nave abandonada del municipio barcelonés de Llinars del Vallès ha sido paralizada este sábado, 40 horas después de su inicio. Y la intención de los asistentes era prolongarla hasta el 4 de enero.
El motivo de esta tardanza han sido los enfrentamientos que se han producido entre el departamento de Salud, liderado por Alba Vergés (ERC), y el de Interior, con Miquel Sàmper (JxCat) al frente. Ambos han protagonizado un choque a cuenta de esta fiesta, después de que la policía catalana informara de que estaba a la espera de conocer un protocolo de Salud sobre cómo actuar con los participantes cuando salieran.
Fuentes de la Conselleria de Salud han explicado a Efe, posteriormente, que Vergés habló este viernes con Sàmper y que la petición fue clara: que se pusiera fin a la fiesta, se identificara a los participantes de la misma y se impusieran las sanciones correspondientes.
Las mismas fuentes han asegurado que este es el procedimiento que se sigue en otras fiestas que incumplen la normativa contra la covid y que nunca antes se había pedido a Salud un protocolo para actuar.
El vicepresidente de la Generalitat , Pere Aragonès, ha afirmado este sábado que se revisarán con el departamento de Interior los hechos ocurridos para evitar que se repitan. A través de su cuenta de Twitter, ha subrayado, una vez ha comenzado el desalojo, que hay que «evitar que vuelva a pasar una situación de estas características» y que las actuaciones tienen que ser «más rápidas».
Más de 300 personas de diferentes países europeos se reúnen en Llinars
Los Mossos d’Esquadra han iniciado este mediodía el operativo para desalojar la nave abandonada en la que unas 300 personas, buena parte de ellas procedentes de otros países europeos, se congregaron la Nochevieja para despedir el año y entrar en 2021 por todo lo alto.
El director general del cuerpo, Pere Ferrer, ha asegurado este sábado en declaraciones a los medios que la policía no ha desalojado antes esta fiesta porque se trataba de una actuación «muy compleja» que debía realizarse con plenas garantías.
Dada la magnitud de la fiesta y la imposibilidad de concentrar todos efectivos necesarios, la policía pospuso el desalojo hasta hoy. «Ayer tampoco se hubiera podido producir con todas las garantías, ni para los asistentes ni para la policía», ha detallado Ferrer. «Había que planificar un dispositivo con cara y ojos para que de aquí no se fuera nadie sin pagar su responsabilidad», ha añadido.
«Había que planificar un dispositivo con cara y ojos para que de aquí no se fuera nadie sin pagar su responsabilidad»
Pere Ferrer, director general de los Mossos d’Esquadra
Además, Ferrer ha explicado que más de 200 policías de diferentes unidades participan en el operativo que se ha puesto en marcha este mediodía para desalojar esta ‘rave’. La prioridad ahora reside en identificar a todos y cada uno de los asistentes por la vía administrativa por incumplimiento de la normativa anticovid, lo que conlleva multas de hasta 3.000 euros.
Toda la información recabada por los Mossos sobre estos hechos será remitida al juez para que se depuren responsabilidades penales si es preciso. «De aquí nadie se escapará sin asumir su responsabilidad», ha declarado Ferrer.
Los Mossos detienen a los tres organizadores de la fiesta
Los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Llinars del Vallès han detenido finalmente a los tres organizadores de la fiesta ilegal y, según han informado a Efe fuentes de la policía catalana, en las próximas horas pasarán a disposición judicial acusados de desobediencia y de resistencia a agentes de la autoridad.
Además de estos dos delitos, a los tres se les ha levantado un acta administrativa por una infracción «muy grave» al organizar una fiesta ilegal que incumple las medidas restrictivas contra la covid, y cuya sanción puede ascender hasta los 600.000 euros, de acuerdo con el decreto ley aprobado por el Govern sobre el régimen sancionador que regula la tipología de las infracciones que contravienen la normativa.
Alcalde de Llinars: “Esta rave es una acción muy bien organizada»
El alcalde de la localidad, Martí Pujol ha relatado este sábado, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que desde el municipio ya se envió una patrulla de la policía local y se cortaron los accesos con bloques de hormigón New Jersey, pero «los retiraron».
Pujol ha asegurado que esta rave ilegal es una «acción muy bien organizada», detrás de la cual se encuentran personas extranjeras de varias nacionalidades. A su juicio, los participantes «estaban dispuestos a entrar allí sí o sí» en una «acción muy bien organizada, con la mayoría de los participantes extranjeros, de Italia, Francia, Holanda», que han circulado con sus furgonetas por Europa durante varios días.
El primer edil, que vive en una masía cercana al lugar, también ha explicado que tenía la sensación de que esta mañana «había gente que ya iba de retirada” y que había menos coches que ayer». “Ya sea por el aviso de que la policía los desalojaría o porque ya se han cansado», ha apuntado. En la zona hay actualmente una dotación de los Mossos d’Esquadra y otra de la policía local.
«La mayoría de los participantes son extranjeros, de Italia, Francia, Holanda»
Martí Pujol, alcade de Llinars
Tras agradecer los refuerzos policiales que ofrecieron en un primer momento los ayuntamientos de Sant Antoni de Vilamajor y Cardedeu, el alcalde ha sostenido que los organizadores son también extranjeros. «Los camiones que llevan los equipos de música y de manutención tienen matrículas extranjeras, es gente que va por Europa buscando ubicaciones próximas a las autopistas, de buen acceso», ha apuntado.
El alcalde considera que deben tener algún sistema de internet oculto, con el que se comunican con la gente que los sigue y acaban dando la ubicación y encontrándose. “No vinieron de golpe, vienen en cascada, se lo van diciendo, y también marchan en cascada”, ha afirmado.
Respecto a la situación jurídica de la nave, la ha tachado de «muy complicada», porque hace años era una fábrica de cerámica, de capital catalán, pero «luego pasó a ser una empresa italiana, que suspendió pagos durante mucho tiempo». «Ahora la situación jurídica exacta no la puedo asegurar, pero la noticia es que estaba en concurso de acreedores», ha puntualizado.
Los expertos critican la inacción del Govern
Diferentes médicos y científicos catalanes, como el profesor de física computacional Àlex Arenas y Salvador Macip, han lamentado la actuación del Govern ante esta fiesta.
A través de su cuenta de Twitter, Arenas, que trabaja en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha aseverado que el Govern se está «luciendo» y, tras recordar que se han cerrado escuelas, la restauración, deportes y cultura, con «miles de personas pasándolas ‘putas'» por el coronavirus, se ha preguntado por qué no se ha desalojado antes «esta ignominia». «Siento vergüenza de mi país, rabia e impotencia», ha asegurado.
En términos parecidos se ha pronunciado el científico Salvador Macip, residente en Leicester (Inglaterra), quien ha considerado «un insulto a los que se han estado esforzando durante meses que no se sepa cómo parar esta animalada, y un peligro para todos». Para Macip, debería haberse cortado la electricidad, acordonar la nave e imponer una «multa épica. No es tan difícil. Ya hemos visto que los mossos saben imponerse a las multitudes cuando quieren».
El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, ha señalado a través de las redes sociales que «todo el mundo lamenta la ‘rave’ de Llinars y la inacción policial», pero ha reconocido que si los Mossos intervinieran «también habría una fuerte crítica».
En opinión del médico, «los que han venido dicen que aquí hay menos restricciones que en Francia… El país es ‘naif’, haremos una buena estética pero no tenemos mentalidad de Estado».