La CUP salva del ridículo a Junqueras
El vicepresidente podrá continuar la tramitación de los presupuestos por tan sólo dos votos de diferencia
Oriol Junqueras ha superado el primer asalto de los presupuestos. El parlamento catalán ha rechazado este martes por la noche las enmiendas a la totalidad de las cuentas de la Generalitat por 64 votos a favor, 62 en contra y 8 abstenciones.
Este resultado indica que, de los diez diputados del grupo de la CUP, dos han votado a favor de continuar con la tramitación de los presupuestos y ocho se han abstenido. Los anticapitalistas han salvado a Junqueras del ridículo, pero le han dado un toque de atención: nada está decidido.
Ahora se abre el debate presupuestario, con la negociación de las enmiendas parciales. La votación definitiva está prevista para para los días 8 y 9 de febrero.
Munté amenaza con elecciones anticipadas
Al contrario de lo que pasó el pasado junio, la CUP permite que se debatan las cuentas, pero en ningún momento han garantizado a Oriol Junqueras y al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que acaben votando a favor.
La CUP decidirá su posición definitiva en la reunión de su consejo político que han convocado para el 28 de enero. Su voto depende de cuestiones como las partidas de Educación o la llamada Renta Garantizada de Ciudadanía, pero especialmente de los compromisos para convocar un referéndum de independencia.
Una vez que los presupuestos se han aceptado a trámite, no se puede modificar el techo de gasto. No obstante, se puede negociar como se distribuyen los fondos. Los anticapitalistas exigen más inversión en políticas sociales.
Para Coscubiela, Junqueras es un «alumno aventajado de la troica»
Todos los grupos de la oposición se han mostrado críticos con las cuentas de Junqueras y con la deriva independentista del gobierno de Puigdemont. El duelo más intenso del debate parlamentario ha tenido como protagonista a Joan Coscubiela. El portavoz de Catalunya Sí que es pot ha acusado a Junqueras de ser «el alumno más aventajado de la troica» y de presentar unos presupuestos «sumisos pese a que los viste de desobediciencia».