La CUP obliga a Puigdemont a plantearse un plan D porque Turull disgusta

El plan C de Carles Puigdemont, Jordi Turull, tiene un problema importante: la CUP lo ve como un "empleado de la familia Pujol"

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No existe ninguna duda sobre cuál es el plan C de Carles Puigdemont para la investidura del próximo presidente de la Generalitat: Jordi Turull. Su nombre lleva semanas sobre la mesa como alternativa a Jordi Sànchez, según ha podido confirmar este medio de todas las partes negociadoras. 

Turull es el siguiente de la lista de Puigdemont por varias razones: fue el número cuatro de la lista de Junts per Catalunya, ha sido un hombre fiel a todos los líderes convergentes y comporta un plus de conflictividad con las instituciones del Estado, ya que dentro de unos meses será procesado por el Tribunal Supremo, lo cual podría significar su inhabilitación política siendo presidente de la Generalitat.

Turull garantiza un plus de conflictividad con el Estado que gusta a Puigdemont

Todo esto decanta el fiel de la balanza de Puigdemont a favor de Turull. Su candidatura, ciertamente, tiene más recorrido que el plan B (Jordi Sànchez) porque sus problemas judiciales son menores que los del expresidente de la ANC, pero Turull también tiene un problema, un clásico para los neoconvergentes: la CUP.

El partido antisistema ha advertido a Junts per Catalunya que presentar como candidato a la investidura a una figura «muy ligada» al Pdecat suponía una «dificultad añadida» en la negociación. Dicho de otra forma, la CUP no convertirá sus cuatro abstenciones en votos a favor para hacer presidente a Turull, a quienes los cuperos llaman en círculos privados el «empleado de la familia Pujol».

El dilema de Puigdemont

La inamovible abstención de la CUP respecto a Turull deja a Puigdemont con dos opciones: culminar su investidura como presidente renunciando a su acta de diputado junto a Toni Comín (sólo así Junts per Catalunya y ERC tendrían los 66 votos necesarios para imponerse en el Parlament) o bien cambiar de candidato y optar por una figura que complazca a la CUP. 

El escenario sigue siendo diabólico para Puigdemont. La primera opción (renunciar a su acta de diputado) le debilita enormemente y la segunda le condena a nuevas tensiones con el Pdecat, con quien atraviesa momentos bastante delicados.

Puigdemont debe escoger entre sacrificarse o sacrificar al Pdecat

Tampoco es sencillo el papel para el presidente del Parlament, Roger Torrent, que este miércoles clarificará los pasos para intentar culminar la sesión de investidura antes de la Semana Santa. Torrent deberá completar una nueva ronda con los grupos antes de proponer al nuevo candidato.

Una fuente de la negociación resume así la situación: «Todavía quedan días para resolver la negociación. Turull es el nombre que suponemos todos porque es el nombre que ha sonado en las conversaciones de las últimas semanas. Pero Junts per Catalunya no lo ha confirmado. Veremos».

 

 

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